
A medida que el niño crece, comienza a enfrentarse a las normas y expectativas sociales. Ya no puede recibir sin consecuencias. Debe dar para recibir y trabajar para ser recompensado. Aquí surge una nueva conciencia: la distinción entre lo superior…
Cuando somos pequeños, crecemos viendo a los demás e imitándolos. No queremos dañarlos ni negar sus rasgos o posesiones deseables, sino tener lo que tienen y hacer lo que hacen. Esta es una envidia sana; nos desarrolla y nos impulsa…