Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Quemar libros sin educación, enciende el odio.

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Foto: Estatua de Thomas Jefferson, ex presidente de EUA, en las cámaras del consejo en el Ayuntamiento, después de una votación para que, en el distrito de Manhattan, sea removida de la ciudad de Nueva York, Nueva York, EUA, 19/oct/21. REUTERS / Carlo Allegri.

En Ontario, Canadá, recientemente las escuelas quemaron casi 5,000 libros que fueron considerados ofensivos para los pueblos indígenas. En la ciudad de Nueva York, la estatua de Thomas Jefferson, hecha en 1833 y que ha estado en la cámara del Consejo Municipal desde 1915, está programada para su demolición. El año pasado, se eliminaron casi 100 monumentos confederados. Quemar, romper o borrar el pasado no es la forma correcta de reparar los errores. Sin reconocer el pasado y educar a la gente sobre lo que estuvo bien o mal, nunca aprenderá. Seguiremos siendo tiranos entre nosotros y mientras los tiranos sigan, la gente seguirá sufriendo.

Sólo la educación nos cambia; la violencia oprime. Si creemos que todos son iguales, así deberíamos educarnos. Debemos hacerlo con el ejemplo, mostrar que todos contribuyen a la sociedad, que la diversidad aumenta la resiliencia de una nación y que la unidad por encima de las diferencias culturales y étnicas, solidifica nuestra nacionalidad. ¿Desde cuándo los actos de odio han beneficiado a alguien? ¿desde cuándo han aumentado el amor?

Para construir nuevos valores sociales, debemos saber cómo dejar los antiguos. Tomemos la esclavitud como ejemplo. Fue abolida para liberar a los estadounidenses negros, que nacieron en la esclavitud o fueron llevados a EUA. Sin embargo, en lugar de liberar a los esclavos, convirtieron a casi todos en esclavos: negros, blancos, asiáticos y latinos. Puede ser que no lo llamemos esclavitud y puede ser vergonzoso admitirlo ante nosotros mismos, pero la verdad es que nadie es libre. Todos somos esclavizados, lo llamamos mercado libre o capitalismo. El comunismo, por cierto, no es mejor. Lo sé; yo vengo de allí.

Si queremos que la gente sea libre e igual, debemos enseñarle a amarse. No hay esclavitud ni desigualdad en una familia amorosa. Así mismo, si se cuidaran unos a otros, no estaríamos hablando de desigualdad ni de grupos desfavorecidos.

Por cierto, la familia es un gran ejemplo para reconstruirnos mejor. Si hay una disputa entre hermanos y la familia quiere hacer las paces entre ellos, ¿vilipendiará o humillará a uno para apaciguar al otro? ¡Por supuesto no! Aumentar el amor hasta el punto en el que sea mayor que la ira, es la única forma de volver a unirlos.

Por eso, si una nación desea unir a sus miembros y hacerlos iguales, la única forma de lograrlo es aumentando la unidad, el amor y la responsabilidad mutua entre todas las facciones de la nación. Si nos centramos en estos tres elementos, no tendremos que preocuparnos por la desigualdad ni por el fanatismo.

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2 comentarios sobre “Quemar libros sin educación, enciende el odio.
  1. Rosa María Lomeli Delgado dice:

    Gran verdad!!! Muchas gracias 🌹 Dios los bendiga grandemente 🙏🌹🙏

  2. Pablo García dice:

    La educación es clave

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