Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Cómo elegir al maestro

maestro cabalá RabashUn estudiante me preguntó cómo me di cuenta de que quería quedarme con mi maestro RABASH y ser su discípulo. Hay una respuesta muy clara a esta pregunta, que los sabios del Talmud articularon hace miles de años: «Sólo aprendes en el lugar donde lo desea tu corazón» (Avoda Zarah 19a). O en tres palabras: sigue tu corazón.

Pasé muchos años buscando al maestro que respondiera a mis preguntas más profundas: ¿De dónde viene la vida? ¿Para qué sirve la vida? ¿Cuál es el significado de la vida?

Estudié biocibernética porque pensé que encontraría la respuesta en esa ciencia. Sabía que no la encontraría en física ni en ninguna otra ciencia, así que elegí biocibernética, porque explica cómo funcionan los sistemas orgánicos, cómo se construyen los organismos. Tenía esperanza de aprender en esa ciencia sobre el programa de la vida, la esencia de la vida.

Me desilusioné. Salí con algunas fórmulas sobre el funcionamiento de los sistemas y cero respuestas sobre la composición de la vida ni hacia dónde va. Todos mis años de aprendizaje científico me enseñaron que cada organismo se sostiene y se esfuerza por asegurar su vida, eso es todo. Pero no encontré nada de por qué los cuerpos deberían sostenerse. Lo que no se podía medir no estaba allí; era irrelevante para la ciencia, pero esa es exactamente la esencia de la vida y eso era lo que quería saber.

Por eso, cuando me gradué de la universidad, trabajé por un tiempo como científico, pero buscaba en otra parte. Busqué en varias filosofías, aunque no místicas ni esotéricas, sino más cerca a la ciencia, siguiendo mi propia naturaleza que insiste en pruebas sólidas.

Desde luego, cuando encontré la sabiduría de la Cabalá, me llené de alegría. ¡Finalmente, había encontrado una enseñanza que explicaba todo muy claro, metódico y racional! Encontré una sabiduría en la que, fe no significa creer ciegamente en las palabras de otra persona de carne y hueso, sino en la fuerza de otorgamiento que se debe alcanzar para saber qué es.

La Cabalá me enseñó que, a menos que alcanzara lo que está escrito en los libros, no entendería nada y sólo tendría palabras vacías. Me gustó que no hay compromiso; o lo comprendes al máximo o no comprendes nada y te vas con las manos vacías como entraste.

Para mí, esa era la clave: la verdad. Ahí encontré lo que había buscado. Llegué dispuesto, sabía lo que quería encontrar y cuando vi que eso era lo que quería, decidí quedarme. Este es el principio clave en la búsqueda de un maestro: saber lo que quieres. Si sabes lo que quieres, lo reconocerás cuando lo veas y sabrás que ese es el lugar adecuado para ti. Esto es cierto para la Cabalá y es cierto para cualquier otra cosa que desees.

Con el tiempo, los deseos pueden cambiar y lo que parece correcto hoy puede no parecerlo mañana. No quiere decir que tomé una decisión incorrecta; quiere decir que cambié y es una buena señal, una señal de vida y crecimiento.

Lo importante es que debes estar alerta, explorar siempre qué es lo que quieres y buscarlo sin descanso. Recuerda, «Sólo aprendes en el lugar donde lo desea tu corazón «.

Para saber más sobre mis experiencias con mi maestro, pueden  leer mi último libro, Él está siempre conmigo

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