Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

¿Qué nos llevó a este estado inestable del mundo?

naturaleza humana inestabilidad estado inestableEl desarrollo del deseo humano de disfrutar, se revela hoy en todos sus matices, desde luchas por poder entre parientes, hasta guerras entre países y bloques. Este deseo nos lleva a revelar nuestra malvada naturaleza humana, para que entendamos que no podemos seguir viviendo así y que no hay más remedio que hacer los cambios que nos permitan sobrevivir.

Por ejemplo, el la profundidad de la selva amazónica. Imagina conocer indígenas que no sienten que ellos y tú sean almas diferentes. Cualquier persona que se cruza en su camino, la sienten como miembro de la familia y no albergan pensamientos malos hacia nadie.

En cambio, vas a cualquier metrópolis y ves sus magníficos monumentos culturales. Si de repente escuchas pasos rápidos detrás de ti, tu corazón se acelerará y verás hacia atrás para asegurarte de no ser atacado por un extraño.

Mientras más desarrollada es una cultura, más se siente alienación, soledad, peligro y miedo dentro de ella. Ahora, incluso lo sientes en el hogar, lo que debería ser tu refugio seguro, hay luchas por poder y una feroz competencia entre hermanos (quién es más fuerte, quién tiene más éxito, quién tiene el control) y también entre cónyuges.

En las sociedades avanzadas, el sentimiento de cercanía natural se está desvaneciendo, porque esa es la naturaleza humana. El motor interior del mundo es el deseo de tener placer. Este deseo se desarrolla en nosotros y por un lado, nos impulsa a inventar tecnologías avanzadas y capacidades complejas y sensibles, por otro, nos desvincula gradualmente de los demás. Una vez, la sociedad humana vivió exclusivamente en relaciones como las que se dan entre las tribus del Amazonas. Hoy, la gente vive en gran parte en una metrópolis global, cruel, competitiva y militante.

Incluso en el jardín de niños, se puede ver cómo funciona este deseo, los niños que tienen varios juguetes en sus manos y podrían dar algunos a otros, se aferran y no los comparten. Para nosotros, los adultos, el deseo de placer se disfraza con capas sofisticadas de cortesía, pero es claro que se ha multiplicado e intensificado. Estos son indicadores del ego creciente, el creciente deseo natural de satisfacerse a sí mismo sin tener en cuenta a los demás.

Entendamos que es imposible seguir así y que nos estamos destruyendo a nosotros mismos y al mundo con nosotros, ¿Cómo vamos a lidiar con el creciente deseo natural de recibir en beneficio propio, a expensas de los demás? ¿de dónde sacaremos la fuerza para cambiar? ¿Cómo podemos moldear el deseo de placer personal para sentirnos cerca de los demás, al menos hasta el punto de no devorarnos unos a otros?

Los animales también tienen deseo de placer, pero es limitado. No les permite destruirse entre ellos. Hay equilibrio en las formas de vida animal y vegetal, se apoyan y se ayudan mutuamente. Pero en los humanos, el ego crece y nos hace pensar que sólo hay lugar para uno en el mundo, ¡y ese soy yo!

En el ser humano evolucionado, el equilibrio ya no funciona instintivamente, debemos aprender a activarlo. Debemos aprender el método para llevar a la humanidad a un estado donde ninguna presión egoísta se apodere ni explote ni conquiste a los demás, sino que, por el contrario, active el deseo de ayudarlos; así desarrollaremos un sentido real de nosotros.

Cuando comenzamos a dar, incluso pequeños pasos hacia la conexión, una nueva actitud se revela en el deseo del hombre, un rasgo de dar que surge del poder universal de la naturaleza, el poder que nos creó, que espera que cambiemos nuestra actitud egoísta y cambiemos nuestras acciones en beneficio de todos, incluidos nosotros mismos.

Publicado en: News
Un comentario sobre “¿Qué nos llevó a este estado inestable del mundo?
  1. Rosa María Lomeli Delgado dice:

    Cada día me parece lejano llegar a ese punto que mencionan «sentido» está el mundo atascado de psicólogos, psiquiatras, métodos humanistas y otros, medicamentos, que no funcionan. Porque son usados para el ego. Aquí solo DIOS. Muchas gracias. DIOS los bendiga grandemente.

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