
Actualmente, estamos llegando a un punto de reevaluación radical de valores. Lo que una vez pareció valioso, por lo que luchamos, vivimos y morimos, lo que intentamos preservar y transmitir a las generaciones futuras, pierde significado y se siente cada vez más vacío.
¿Y qué será realmente valioso? Sólo el pensamiento.
Al principio puede sonar demasiado abstracto. Pero si lo pensamos, ¿qué hay en la vida que no sea abstracto?
El pensamiento es lo que permanece con nosotros. No perece con el cuerpo. Los deseos, miedos y posesiones del cuerpo se desvanecen, pero el pensamiento perdura.
¿Y qué pensamientos debemos desarrollar? Pensamientos de actitud positiva hacia los demás y hacia el mundo. Este pensamiento nunca desaparece. Sigue con nosotros constantemente, porque está fuera del alcance estrecho y transitorio del ego, es decir, el deseo de disfrutar sólo en beneficio personal. Este ego muere y se descompone con el cuerpo. En cambio, la idea de una actitud positiva hacia los demás y hacia el mundo, reside en la cualidad altruista opuesta al ego, es decir, en las cualidades positivas que logramos adquirir a lo largo de la vida. Estas cualidades, como bondad, amor y cuidado, nos elevan a otro mundo, uno de fuerzas positivas de amor, otorgamiento y conexión que trascienden nuestra existencia material.
Vivimos precisamente para acumular emociones, pensamientos, deseos y aspiraciones positivas, que surgen de la actitud amorosa que cultivamos hacia los demás y la naturaleza. Eso es lo que nos llevamos.
Al dejar este mundo, deseamos haber transmitido, en la medida de lo posible, una actitud positiva hacia la vida, hacia el mundo, hacia los demás, hacia nuestros hijos, nietos y literalmente, hacia todas las personas posibles.
Lo veo como mi misión y no sólo la mía, sino la de todos. Así, los cabalistas de todas las generaciones entendieron nuestro propósito. Hoy, vemos horrores, odio y división por todas partes y comprendemos que esta oscuridad nos impulsa a reconocer lo que necesitamos cultivar y transmitir. Estamos siendo empujados lejos de la oscuridad para que podamos pasar a un pensamiento de conexión positivo, amoroso y pacífico.