Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Ondeando la bandera de la unidad judía

unidad judía israel JerusalénJerusalén es una ciudad como ninguna otra, su soberanía es fuente constante de tensión. Por eso, un acontecimiento como la Marcha de las Banderas, que celebra la reunificación de la ciudad en 1967, suscitó peticiones tanto de la administración estadounidense como de la Unión Europea para que se reexamine el recorrido de la marcha, con el fin de evitar una escalada, tras semanas de intensas tensiones entre árabes y judíos.

Supuestamente, Israel decidió seguir adelante, mantenerse firme en la ruta que había fijado y no mostrar debilidad. Pero ¿realmente es prueba y muestra de la fuerza de Israel? Definitivamente no. Si Israel se hubiera mantenido firme, habría marchado por Jerusalén, sin pestañear, como estaba previsto , sin ver a nadie y sin tener en cuenta la opinión pública mundial. Un Israel fuerte no se plantearía cambiar su rumbo y no tendría en cuenta las habladurías que se interpusieran en su camino.

Una persona grande y fuerte, segura de sus valores, modales y estilo de vida, no necesita demostrar nada a nadie. No tiene que levantar una bandera para demostrar su rectitud, ¿con qué propósito? Si somos firmes en nuestra propia mente, no dudamos, no consultamos ni basamos nuestras decisiones en actores externos en el extranjero; sólo actuamos y punto. 

Israel no es lo suficientemente firme. Permite que quienes odian a Israel estén en comités que toman decisiones en contra de los intereses del pueblo judío. Permite que sus territorios, de norte a sur, se negocien. Satisface a todos los sectores del espectro político que tiran con fuerza en beneficio de sus partidarios.

En lugar de defenderse, de fortalecer al pueblo y al Estado de forma coherente y correcta, Israel negocia con símbolos y compromete los valores fundamentales e internos.

No tengo ninguna objeción en salir y bailar con las banderas en los callejones de la Ciudad Vieja, pero, para realmente celebrar la unidad de la capital de Israel, primero debemos establecer, nosotros mismos, las condiciones que celebramos como valor supremo. El patrimonio que nunca consideraríamos vender ni sustituir por una olla de lentejas. Ahora ocurre lo contrario y ¿de qué sirve marchar y ondear la bandera israelí por unas horas?

La bandera es sólo símbolo externo. El libro del Zóhar tiene un artículo largo y famoso llamado Las banderas, describe a fondo el concepto interno llamado bandera. Comprenderlo a profundidad es exactamente lo que nos falta: izar la bandera en nuestro corazón, estabilizar dentro de nosotros un sentimiento interior común, envolvernos en una bandera que exprese el sentimiento de un pueblo y llevar esta unidad al mundo.

Mi profesor Rav Baruj Ashlag, Rabash, escribió que la palabra bandera deriva de la palabra hebrea Dilug, que significa «saltar», es decir, saltar de la naturaleza egoísta a una segunda naturaleza, una altruista, que tome en cuenta a los demás. Para alcanzar ese nivel espiritual, primero tenemos que ablandar el corazón. Para ablandar el corazón, necesitamos educación e información que nos ayude a aclarar la necesidad actual de lograr conexión mutua. Y que nos enseñe a revelar el secreto de nuestra fuerza: que cuando nos unimos, nos fortalecemos y atraemos la Fuerza Suprema, nuestra raíz y recibimos inspiración suprema.

Sólo siendo solidarios tendremos capacidad de ver correctamente el futuro, comprenderemos para qué vivimos y sabremos quiénes somos y cuál es nuestra misión para la humanidad. Desde ese lugar, podremos tomar las decisiones correctas para nuestra vida en común en la Tierra de Israel. La Fuerza Suprema nos elevará a niveles que nunca habíamos soñado, nos dará fuerza y confianza -nos fortalecerá y abrazará- y abrirá en nosotros, lo más importante de todo, una mente nueva con la que organizaremos un buen futuro. 

Nuestro objetivo nacional no es sólo las fronteras de la Tierra de Israel y del pueblo judío, sino la corrección del corazón judío, que debe expandirse y alcanzar la corrección mundial y debe llevar a las naciones del mundo a una situación en la que todos estemos conectados como un hombre con un corazón, tal como escribieron nuestros sabios. Es decir, ese día, todos estaremos unidos en amor y en una totalidad maravillosa. ¡Para esta reunificación debemos ciertamente agitar nuestras banderas!

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Publicado en: Judíos, News
Un comentario sobre “Ondeando la bandera de la unidad judía
  1. Rosa María Lomeli Delgado dice:

    Gracias por compartir. Sin lugar a duda esa solidaridad con un corazón dispuesto. Muchas gracias. DIOS los bendiga grandemente ñ.

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