Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Las armas no son lo más peligroso en EUA, es su división

armas tiroteoUna vez más, Estados Unidos intenta dar sentido a la tragedia de otro tiroteo masivo en una escuela. Las vidas de 19 niños y dos profesores fueron segadas por un pistolero de 18 años que atacó la escuela primaria Robb en Uvalde, Texas. El mundo se pregunta cuándo acabará esta locura. La respuesta requiere un enfoque más amplio que el control de armas. Debe penetrar en las capas más profundas del tejido social y avanzar hacia la cohesión.

Esta última matanza sucedió pocos días después de que un joven blanco de extrema derecha matara a diez personas en un supermercado de Buffalo (Nueva York). El tiroteo de Texas, perpetrado por un adolescente de ascendencia hispana, es la masacre escolar más mortífera en EUA, desde el tiroteo de Sandy Hook de hace diez años, en el que murieron 20 niños y seis adultos en Newtown (CT). El incidente es un argumento que enciende el debate sobre el derecho de la Segunda Enmienda a tener y portar armas. Tanto el presidente Biden como el expresidente Obama acusan al lobby de las armas de oponerse a la normativa.

Los tiroteos masivos en Estados Unidos no se resolverán hasta que se aborde la raíz del problema y no es el control de armas. Aunque es obvio que hay que controlar su venta, no creo que eso detenga la sangre en EUA. Incluso si hubiera regulaciones, aún se podrían comprar en la calle. Por otra parte, no se puede evitar la violencia, si todos lleva un arma. Sólo será segura si absolutamente nadie tuviera armas, pero eso es una realidad ilusoria. 

Por eso, el problema que enfrenta EUA no son las armas, sino a una epidemia social. EUA es un país extremadamente y cada vez más dividido. Hay demasiadas facciones, divisiones e intereses dentro de la población, que chocan en: educación, cultura, temperamento, religión y tienen tendencias a vivir de forma opuesta.

Por el contrario, mientras más homogénea sea una sociedad, más se neutraliza y evita que se agredan unos a otros. Pero en Estados Unidos, ocurre lo contrario. En la sociedad, la gente no se entiende, no empatiza, no se preocupa y ni siquiera se tolera. Tienen poca paciencia con sus vecinos, no quiere ni pide favores a los demás. Todos quieren estar solos, lo más lejos posible de los demás. 

Si se cae alguien en medio de la calle en una gran ciudad, a nadie le importa. Nadie debe nada a nadie, porque no hay sentido de pertenencia. Otros países tienen tejido social relativamente uniforme, pero en una sociedad tan profundamente individualista como la estadounidense, la diversidad es especialmente difícil.

En niños y adolescentes, se amplifica mucho más. Absorben las tensiones entre la gente. Tensiones cargadas de ira latente entre descendientes de ingleses, alemanes, irlandeses y africanos, ha existido desde que se fundó EUA. Los latinos, y cada uno de los grupos que inmigraron a EUA, también pueden mostrar arrebatos brutales.

En un clima social así, es fácil que un chico que no está de acuerdo con alguna idea o se opone a alguna postura, tome una metralleta y salga a ajustar sus cuentas con la vida de inocentes. Es su manera de demostrar al mundo que odia a la sociedad en la que vive.

Por eso, la epidemia de violencia con armas de fuego en escuelas y en cualquier otro lugar, va más allá de leyes y regulaciones. Estados Unidos debe resolver las profundos condiciones culturales y sociales que produjeron estos sucesos, iniciar un programa educativo para dar a sus niños nuevos ejemplos, normas y valores. La escuela debe ser una comunidad de apoyo, no un lugar donde deben competir sin piedad y luchar por la aceptación social.

La sociedad estadounidense necesita que se le enseñe a sustituir la despreocupación de la calle por sentimientos de consideración, cuidado mutuo y cooperación. Con talleres, grupos de discusión y proyectos conjuntos, se deben entrenar regularmente para cooperar, crear confianza y desarrollar sensibilidad social hacia los demás.

Puede hacerse. Un solo paso en educación integral realmente puede inundar a EUA, aprovechar su creatividad con películas de Hollywood, programas de televisión amables y de contenido mediáticos adecuado. Ayudaría a orientar a todos, desde una edad temprana para que actúemos en situaciones en las que surge la ira, la bloqueemos con un fuerte cerrojo interior y evitemos que estalle hasta el punto de matar. Cuando en EUA se haya derramado suficiente sangre sin sentido, habrá disposición para ir más allá de los intentos fallidos de remediar los síntomas y, con reformas sociales, se podrán tomar medidas verdaderamente importantes para prevenir la violencia.

Etiquetado con: ,
Publicado en: News

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*