«En todos, incluso en los seculares, hay una chispa desconocida que a veces despierta y demanda unidad con Dios. Y cuando despierta, estimula la pasión por conocer o por negar a Dios, que viene a ser lo mismo» cabalista Yehuda…
Debemos saber que el mundo fue creado con el deseo de recibir. En consecuencia, apenas nace un niño, desea disfrutar hasta su último día y cuando crece, sólo quiere deleite y placer.
En la sabiduría de la Cabalá, al alma se le llama «parte de Dios». En nuestro mundo, donde percibimos la realidad gracias a nuestros cinco sentidos corporales, aún no tenemos alma. El alma es la fuerza que los cabalistas llaman…