En primer lugar, debemos entender que el pensamiento moldea nuestra vida y lo que eso significa. Nuestra actitud hacia quién y qué somos, hacia lo que nos rodea y hacia nuestro propósito, se considera “nuestro pensamiento”. Por eso, sería prudente…
Incluso si logramos que toda la producción de energía sea renovable, eliminar el plástico, detener la producción de armas y destruir las existentes, nuestro mundo no será más saludable ni más limpio ni más seguro ni mejor. Encontraremos otras formas…