Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Viviendo en una falsa realidad

falsa realidadNuestro estado mental predeterminado, es que todos quieren atraparnos en una realidad de perros contra gatos. Vivimos con constante temor de que todos quieran aprovecharse y abusar de nosotros y humillarnos y que si no nos ponemos en guardia, nos lastimarán a cada paso del camino. Peor, sentimos que así funciona la realidad. Si ese fuera el caso con toda la realidad, ¿las células crearían colonias y formarían organismos? ¿se unirían alguna vez las moléculas para crear órganos, se unirían los átomos para crear moléculas? Si este fuera el caso, no habría vida; ni siquiera existiría el universo. Sólo habría partículas discretas, nunca crearían nada más complejo que ellas mismas.

La realidad que vivimos no es la realidad verdadera, la que nos creó, nos sostiene y nos permite leer estas líneas. En la verdadera realidad, todo existe en armonía con todo lo demás y juntas todas las partes, crean un todo perfecto. En el mundo real, nada ni nadie toma más de lo necesario para mantenerse y el sistema es perfectamente armónico.

Nuestras células funcionan automáticamente y forman el organismo integral que somos, también así lo hace todo lo demás en la naturaleza. La «mentalidad» de la realidad no es explotación, sino armonía y todo y todos la siguen, menos nosotros, los humanos.

Somos el único elemento en la realidad que quiere tomar para sí, más de lo que necesita, quiere consumir y destruir, humillar y conquistar, abusar y avergonzar, nos complace lastimar a los demás. Como pensamos y actuamos así, creemos que todos piensan y actúan igual. Y como vivimos de acuerdo con esa premisa, creamos un mundo repugnante desde nuestra propia imagen repugnante.

Pero hay una buena razón por la que fuimos creados con esa malicia. Para que nos esforcemos por salir del estado angustioso que nos llevará a comprender cómo funciona realmente la realidad. Se nos negaron los instintos naturales que llevan a la creación a tener armonía, precisamente para que desarrollemos esta armonía por nuestra propia voluntad y con nuestra propia conciencia. Nos hicieron feos, precisamente para que elijamos la belleza.

La diferencia entre operar, instintiva o conscientemente, en armonía con la creación es la diferencia entre ser parte de un organismo o ser la mente que gobierna el organismo y dirige sus acciones. El destino de la humanidad es convertirse en esa mente, en esa conciencia.

Para llegar allí, debemos comenzar a practicar relaciones armónicas, en lugar de seguir nuestra naturaleza inherente y explotadora. Para lograrlo, es imperativo que nos demos cuenta de que vivimos en una realidad falsa, que la realidad verdadera es integral y completa y que es sólo nuestra percepción defectuosa lo que nos impide ver la verdad y vivir en esa realidad. En ese mundo perfecto.

Publicado en: News
2 comentarios sobre “Viviendo en una falsa realidad
  1. Manuel dice:

    Excelente escrito

  2. Rosa María Lomeli Delgado dice:

    Excelente y gran verdad!!n! Por fin he logrado dejar de culpar a todo y todas las personas más a mi familia. No sabía que para eso estamos la generaciones para sanar y cortar en la mía hijos, nietos, bisnietos una generación llena de violencia, agresividad. Qué me han llevado a a Dios. Muchas gracias 🙏 Dios los bendiga grandemente 🙏🌹🙏🙏

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