Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Un buen mundo para los maestros

maestros buen mundo profesoresCuando estaba en el primer año de secundaria, veía con asombro a los alumnos que sacaban 10 en los cursos superiores. Estaban a punto de terminar el bachillerato y convertirse en profesores. Podrían haber ido a cualquier parte. Podrían haber obtenido becas para cualquier universidad y estudiar cualquier profesión que se les ocurriera, pero elegían enseñar. En aquella época, en Bielorrusia, donde yo crecí, la enseñanza era una ocupación muy respetada.

Hoy, en Israel, los profesores abandonan la profesión en masa. Nuestro sistema educativo se está agotando y los nuevos profesores son mucho menos que los que se van. Peor aún, muchos, si no la mayoría, de los que se incorporan no duran más que unos pocos años. Es más, los que se van son los mejores, los que pueden triunfar también en otros lugares. Pronto, nuestros hijos no tendrán profesores que les enseñen.

Hay dos grandes problemas detrás de la «Gran Deserción» de la profesión docente. El primero es que la sociedad no la valora. El prestigio que acompañaba a la enseñanza y que yo conocí de niño, no existe hoy, al menos no, en Israel. El segundo problema es el salario de los profesores.

Actualmente los profesores protestan exigiendo sueldo a un nivel más respetable, creo que, ante todo, es necesario hablar de la cuestión del sueldo de los profesores. Un salario más alto, no alto, pero sí más alto o al menos no tan bajo como ahora, permitirá a los profesores desenvolverse con más facilidad, especialmente en los primeros años de su carrera y también reflejará un mayor nivel de respeto por la ocupación docente.

Finalmente, los profesores son muy importantes en la vida de todos nosotros. Junto con los padres, son los encargados de preparar a nuestros hijos para la vida. Su labor es trascendente a la hora de formar el enfoque de la vida y de la generación futura. Por eso, queremos que nuestros profesores sean buenos modelos de conducta, gente digna de enseñar a la futura generación. Deben sentir que su trabajo es importante y que la sociedad siente que su trabajo es importante.

En el mundo actual, ese sentimiento se expresa, en gran medida, en los salarios. Actualmente, cuando los sueldos de los profesores son bajos, además de las dificultades económicas, es una declaración de la sociedad de que no son importantes, de que su ocupación no es importante y de que no valen más que lo que se les paga, ¿quién querría permanecer en una ocupación degradante?

Por eso, en mi opinión, el primer paso para sanar el sistema educativo es dar a los profesores un salario decente. Así, podremos ver que enseñan lo que queremos que enseñen, que son modelos dignos de imitar y que saben transmitir los valores que queremos que transmitan a los alumnos, que son nuestros hijos.

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Un comentario sobre “Un buen mundo para los maestros
  1. Rosa María Lomeli Delgado dice:

    Gran verdad!!! Ojalá tal y como lo plantean con revaluar a los maestros. Sería lo mejor para los estudiantes. Lo vivo con mis nietos levantar tanta importancia a la religiones los colegios, inculcar una moral a los pequeños sin que la formación académica sea prioridad. Yo los veo llenos de culpas x favor a los 5, 6 y 8 años. Me parece irresponsable. Muchas gracias. DIOS los bendiga grandemente.

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