Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

¿Por qué destruyó Dios la Torre de Babel?

Torre de Babel BabiloniaLos babilonios querían estar juntos, construir y vivir una comuna, con respeto y amor mutuos. Está escrito en la historia de la Torre de Babel: “Y dijeron: Vengan, edifiquémonos una ciudad y una torre con su cúspide en el cielo y hagámonos un nombre, para que no seamos esparcidos por la faz de la tierra” (Génesis 11:4).

Pero, el Creador quería que la conexión fuera de acuerdo con Sus condiciones y no con las de ellos. Por eso cambió los idiomas, eso llevó a los babilonios a pelear y finalmente, a destruir la torre.

En el sentido espiritual, Torre de Babel es elevar egoístamente la vida corpórea, es desear vivir según “ama al prójimo”, pero desde el ego. Ese es el principal error, pensar que no necesitamos la ayuda del Creador para construir una sociedad bien conectada, que la gente piense que, sola puede lograr y sostener la unidad. En principio y en gran medida, la construcción de la Torre de Babel estuvo en el corazón del comunismo y de otras revoluciones, que tuvieron la idea de que la población, por sí misma, podría lograr tener «paz en las chozas y guerra en los palacios».

Construir la Torre de Babel es el estado de construcción egoísta más elevado posible, más allá incluso de las metas más elevadas del hombre en la vida material, a la altura de riqueza, honor o poder, porque busca una meta que deseamos que esté con nosotros para siempre, aunque es claro para el hombre que las otras metas son pasajeras y están destinadas a perecer en esta vida corporal.

Precisamente la idea de construir una torre “hasta el cielo” es el problema clave, es decir, la idea de que podemos construir nuestra propia conexión sin estar en contacto con el Creador. Pero ¿por qué no le gustó al Creador?

«Y el Señor dijo: ‘¡He aquí! [son] un solo pueblo y todos tienen una sola lengua y esto es lo que comenzaron a hacer. Vengan, descendamos y confundamos su lengua para que nadie entienda la lengua de su compañero.’ […] Y el Señor los dispersó sobre la faz de la tierra y dejaron de construir la ciudad» (Génesis 11:6-8).

El Creador no permitió que los babilonios alcanzaran un resultado egoísta común. Para unirnos verdaderamente y disfrutar de nuestra conexión, debemos incluir al Creador en la imagen, saber que nos unimos para satisfacer Su deseo, no el nuestro. Por eso, para construir una torre que no se derrumbe, necesitamos construir conexiones de amor y otorgamiento mutuos, pero estas conexiones deben ser para el Creador.

¿Qué quiere decir “para el Creador”? «Para el Creador» no es en favor de ningún Dios «allá en algún lugar» tan alto que sea invisible. «Para el Creador» es una conexión que elevamos por encima de nosotros mismos, es decir, «ama a tu prójimo como a ti mismo», donde por encima de la conexión, elevamos el ideal del Creador, que creó el estado de conexión perfecta por encima de nuestro ego. Si construimos una torre, no para nosotros, sino en bien del otro, en beneficio de otros, en beneficio del Creador, la torre durará para siempre.

¿Por qué si la humanidad ya pasó por la experiencia de una construcción egoísta fallida, seguimos intentado construir más y más torres egoístas a lo largo de la historia? Porque nosotros, como humanidad, lo necesitamos. Ya sean torres, pirámides o mausoleos, los construimos por nuestra necesidad egoísta interna de tener un lugar para el ego, por eso seguimos construyendo torres.

Dejaremos de construirlas cuando revelemos al Creador en nuestras conexiones. La revelación del Creador cubrirá por completo nuestros sueños, planes y futuro. En otras palabras, cuando revelemos al Creador, comprenderemos que todos nuestros esfuerzos por construir torres egoístas fueron en vano.

Con todas las guerras, sufrimiento y sangre, en nombre de las innumerables torres egoístas que hemos tratado de construir a lo largo de la historia, podría parecer que el Creador es muy cruel por no revelarse, pero es una visión incorrecta. Debemos entender que el Creador se revela bajo condiciones específicas y en nuestras conexiones, debemos hacer coincidir Su forma de amor y otorgamiento total, con nuestra forma de amor y otorgamiento. Nunca nos hemos organizado así. Sin embargo, es claro que si nos asemejamos a las cualidades de amor, otorgamiento y conexión del Creador, es decir, si somos como Él, alcanzaremos Su revelación.

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Publicado en: News

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