Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Este programa de horror nos muestra quiénes somos

juego del calamar

Viendo la serie de juegos del calamar de Netflix en una computadora portátil. Fotografía de Romain LONGIERAS/Hans Lucas. Francia, Excideuil, 6/oct/21

Un alumno me habló de un nuevo programa llamado «Juego del calamar». La llaman «serie de suspenso», es de Corea del Sur y se convirtió en un fenómeno de la cultura pop, es la serie número 1 en más de 90 países. El programa presenta a varios cientos de personas que están en gran deuda financiera y en estados emocionales espantosos. Los productores los enfrentan entre sí, aunque sean muy cercanos y hacen que se odien. El ganador se lleva millones de dólares, los demás mueren. Este programa no sería tan horrible si no retratara nuestra verdadera naturaleza. El mero hecho de que veamos una serie de ese tipo con entusiasmo, es prueba de que, debajo de la fachada “civilizada”, nuestra naturaleza es igual a la que la serie representa.

Funciona como imán. Nos cautiva ver la lucha entre el bien y el mal, siempre que estemos a salvo de las consecuencias de la batalla. Lo que pasa es que en este espectáculo, no hay nada bueno; sólo hay maldad.

De hecho, los humanos son el peor ser de la realidad. Lo que nos hace tan malvados es que explícitamente queremos dañar a los demás. No queremos comernos a otros, aunque muramos de hambre; ¡queremos verlos sufrir! Obtenemos placer del dolor de los demás y obtenemos mayor placer cuando somos nosotros quienes lo infligen.

A menudo decimos que la realidad es como la jungla, donde los fuertes se comen a los débiles. Sin embargo, en la jungla, los fuertes no quieren destruir a los débiles; sólo quieren comer. Una vez que están satisfechos, quieren dormir y jugar, no matar ni lastimar por diversión. En la jungla humana, no queremos comer a otros; ¡queremos verlos sufrir! Por eso, la jungla natural prospera sin leyes, pero la jungla humana, a la que erróneamente nos referimos como “civilización”, se desintegra a pesar de las leyes que se esfuerzan por limitar nuestra barbarie.

Si teníamos alguna esperanza de encontrar bondad en la humanidad, el «Juego del calamar» y principalmente su popularidad, demuestra que no tenemos nada que esperar cuando se trata de la naturaleza humana. Si podemos crear esos programas y si logran ser tan populares, podemos hacer esos horrores en la vida real.

El único bien posible que puede salir de un programa así, es que comprendamos que no es fantasía, sino una representación auténtica de quiénes somos. Quizás si lo entendemos, estaremos dispuestos a hacer algo para cambiarnos a nosotros mismos.

La tendencia actual es embotar nuestra conciencia para que no vea el espectáculo de terror humano en el que vivimos, por eso hacen que la cannabis esté disponible y sea legal. De hecho, mientras más aprendemos sobre la naturaleza humana, más nos damos cuenta de que quizás sea mejor adormecernos durante toda la vida, hasta que se acabe.

Por ahora, aplaudimos al ver a otros sufriendo, igual que se solía vitorear a la gente que luchaba contra leones, en la antigua Roma. Hasta que entendamos que no está bien ser así, nuestra mente podría abrirse a otras opciones. Si un programa tan diabólico puede ser el número 1 en más de 90 países, quiere decir que el mundo está inmerso en una crueldad desquiciada.

Hay una solución, pero es exigente y debe abarcar al mundo entero para que tenga éxito. Para cambiar quiénes somos, debemos iniciar un proceso educativo mundial en el que dichos programas estén prohibidos y se produzcan y transmitan programas pro-humanos. Incluso, si al principio, no son populares, no podemos permitirnos estar expuestos al veneno violento ni a la cultura narcisista que consumimos hoy. Puede ser dulce, pero es letal.

Si la gente no quiere ver programas sobre la conexión humana, pueden dejar de lado su dispositivo multimedia y simplemente, hablar con los demás. Esto ya será una mejora importante en la situación actual.

Puede que no suene divertido, pero ¿Cuál es la opción? ¿vivir el «Juego del calamar»? Además, después de un poco de práctica, descubriremos que la conexión y el cuidado son mucho más gratificantes y agradables que la destrucción y la crueldad y no tienen el efecto secundario negativo de nuestra cultura actual.

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Publicado en: News
Un comentario sobre “Este programa de horror nos muestra quiénes somos
  1. Rosa María Lomeli Delgado dice:

    Gran verdad!!! Me entristece porque yo también soy parte de esta jungla y me esfuerzo por cada día mejorar con la ayuda de Dios
    Sin conexión del Espíritu Santo. Aprender que cuando me desconecto actuó y muestro miseria espiritual. Muchas gracias 🌹 Dios los bendiga grandemente 🙏🙏🙏

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