¿Cómo podemos cambiar nuestro pensamiento para tener resultados diferentes en la vida?

En primer lugar, debemos entender que el pensamiento moldea nuestra vida y lo que eso significa. Nuestra actitud hacia quién y qué somos, hacia lo que nos rodea y hacia nuestro propósito, se considera “nuestro pensamiento”. Por eso, sería prudente que, activamente, busquemos respuesta a las preguntas existenciales que habitan en nosotros, por qué estamos aquí, cuál es el proceso por el que evolucionamos, cómo terminará la vida y qué nos quedará.

Esas preguntas pueden surgir de manera puramente egoísta, es decir, sólo nos preocupamos por lo que imaginamos como nuestra burbuja de vida individual, que principalmente nos incluye a nosotros y a unas pocas personas a nuestro alrededor, pero en cualquier caso, debemos buscar respuesta. Con el tiempo, debemos entender que, si sólo tratamos de satisfacer nuestro deseo egoísta, en beneficio propio, terminaremos siendo egoístas.

Si deseo elevarme a un nivel superior de existencia, por encima del modus operandi egoísta innato y alcanzar nuestra forma espiritual, necesitamos vivir de acuerdo con valores totalmente diferentes: no sólo imaginar que el propósito de la vida es dar al cuerpo físico tanto como sea posible, sino darle las cualidades supremas que existen en la naturaleza: amor, otorgamiento y conexión positiva. Este es un sistema de valores muy diferente, que nos lleva a otro tipo de vida, una eterna y perfecta, con conexión interna entre todos, en oposición a esta vida transitoria e incompleta, aquí en el mundo actual, donde estamos separados internamente.

En esa coyuntura, enfrentamos un desafío importante. Por un lado, podemos vernos en un plano aparentemente vasto, con valores egoístas y materialistas de riqueza, respeto y poder, es decir, valores que la sociedad en la que nacimos y crecimos, considera valiosos y por otro lado, hay un “algo” vago y desconocido, donde la pregunta sobre el mayor significado y propósito en la vida, nos aguijonea. En consecuencia, empezamos a posicionarnos de modo totalmente diferente en términos de lo que valoramos en la vida y buscamos descubrir un propósito mucho mayor que las metas egoístas y materialistas que consideramos valiosas.

Este plano es un plano interior de nuestros deseos y pensamientos. En la actualidad, cada vez más gente tiene este cuestionamiento existencial. Es la forma de escrutinio que puede generar un verdadero cambio en la vida. Al buscar un entorno óptimo, es decir, textos, maestros y amigos, que no sigan los flujos egoístas y materialistas de la vida que nos llevan a un callejón sin salida, sino que busquen valores, significado y propósito mucho más elevados, podremos influir de mejor forma en nuestros pensamientos, para avanzar hacia un significado y propósito más importantes en la vida. El cabalista Yehuda Ashlag (Baal HaSulam) describe este principio en detalle en su artículo La libertad y en mi organización, el Instituto de Educación e Investigación de Cabalá, Bnei Baruch, trabajamos para ampliar este entorno, uno que dé el desarrollo espiritual óptimo a quien así lo desee.