Las parejas que han sufrido por relaciones negativas, pueden considerarse preparadas para avanzar con una nueva percepción de la esencia de la conexión entre personas y sociedad.
¿Cuál es esa conexión? Lo que falta en el hogar, también falta en el mundo interconectado. Es la capacidad de superar el ego estrecho, el deseo de disfrutar a costa de los demás, que es la fuerza interior que destruye las relaciones.
¿Cómo podemos crear una realidad más avanzada de conexiones complementarias? El enfoque integral de la educación nos da principios y ejercicios.
El primer principio dice que la conexión se construye con concesión mutua, el segundo principio es: «El amor cubrirá todas las transgresiones» (Proverbios 10:12).
El amor se puede comparar con una mascota que la pareja cría, como resultado de concesión mutua. Por naturaleza, cada uno ve defectos, carencia y fallas en el otro; cada uno tiene una lista de exigencias que su pareja debe solucionar, pero esto no conduce a nada positivo.
Si nos detenemos a recordar cómo una madre amorosa ve a su hijo, vemos que su perspectiva es diferente a la que suele haber en la pareja. Para la madre, su hijo es encantador. Incluso si algo le parece imperfecto, es indulgente, lo acepta y comprende que la naturaleza lo creó así. Por eso, intenta ayudarlo a desarrollarse. Lo ve con ojos de amor, todo lo ve diferente. Así, el niño se siente seguro y el vínculo cálido que lo une, lo nutre, como la leche que lo amamanta.
Cuando logremos tener una actitud similar hacia los demás, veremos que todo se armoniza.
La relación de pareja puede servir como laboratorio, donde exploramos nuestra actitud hacia nosotros mismos y hacia los demás y aprendemos a conectarnos. El amor, en el pleno sentido de la palabra, es la forma más completa de conexión.
En el enfoque integral de la educación, exploramos estas actitudes en un entorno grupal, con otras parejas que se apoyan mutuamente. Juntos, entienden la naturaleza humana, la naturaleza del mundo y la tendencia de desarrollo integrador que conduce a una conexión humana completa.
Uno de estos ejercicios se titula “Conectados en la cima”.
La concesión y el apoyo mutuo, conducen a una conexión positiva entre la pareja que le permite sentir dónde termina el «yo» y dónde empieza el «tú» y le fusiona en plena complementariedad.
Es decir, lo que es importante, querido y bueno para la pareja, será importante, querido y bueno para nosotros, porque es importante, querido y bueno para ella.
Funciona exactamente igual a la inversa: lo que es importante, querido y bueno para nosotros, será importante, querido y bueno para nuestra pareja, porque es importante, querido y bueno para nosotros.
Si logramos comprender un poco de esta visión elevada, nos ayudamos mutuamente a no descender ni un paso.
La lógica de este ejercicio es que, adonde nos dirigimos, finalmente llegaremos. La intención despierta fuerzas naturales dentro de nosotros y en nuestro entorno, fuerzas que nos ayudan a progresar hacia la meta. Depende de la persistencia, dedicación y de que, repetidamente sintamos que realmente vivimos en esa imagen.
Eso es lo que significa estar «conectado en la cima», es decir, en el punto más alto de conexión, que es perfecto, hermoso y radiante. Desde allí, podemos conectarnos con nosotros mismos y con la realidad. Les deseo a todos mucho éxito en alcanzar ese estado perfecto y armónico.
