Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

¿Son diferentes las lágrimas del hombre y de la mujer?

lágrimas llanto llorar Cabalá

Las lágrimas tienen algo muy profundo. No me refiero a lágrimas de niños, hablo de adultos. Cuando un adulto llora, hay una especie de grito silencioso, un temblor del alma, al que no podemos ser indiferentes. Cuando veo a alguien llorar, especialmente en silencio, siento gran tensión interior.

Las lágrimas ocultan mucho. Llevan dentro una tensión profunda y sutil que se desborda desde dentro. Cuando lloramos, nos purificamos. Liberamos algo del interior que las palabras no logran expresar.

Llorar, sin embargo, no es fácil. Especialmente para los hombres. Es poco común y sólo ocurre en momentos de profunda claridad emocional, cuando la comprensión y el sentimiento se fusionan. No es igual que las lágrimas de la mujer.

Aquí hay una frontera fundamental entre hombre y mujer. La mujer no puede llorar por razones masculinas y el hombre no puede llorar por razones femeninas. Somos diferentes, tan diferentes que no podemos comprender totalmente nuestros sistemas internos. Por eso fuimos creados como dos y no como uno.

Además, no sólo difieren las razones, también las lágrimas mismas. Los sistemas por los que fluyen son completamente distintos. En el hombre, las lágrimas pasan por el cerebro, con una mínima participación del corazón. En la mujer, pasan por el corazón y más profundamente, por el útero, es decir, por el sistema del futuro nacimiento.

Estos sistemas, masculino y femenino, no sólo son arquetipos biológicos, también espirituales. El hombre llora cuando comprende algo, cuando lo comprende y conmueve sus emociones. La mujer llora cuando su sistema interior se activa. Son literalmente dos mundos diferentes.

Por eso preguntamos: ¿qué significa la unión entre estos dos seres tan diferentes? ¿qué sucede cuando las lágrimas masculinas y femeninas se encuentran?

No se unen por sí solas. Sólo pueden unirse en la fuerza única de la naturaleza que existe por encima de ellas, a la que Cabalá llama «Creador». Cuando se elevan por encima de sí mismas, más allá de sus sistemas naturales internos, pueden encontrar una raíz común. Ese es el punto de la unión verdadera. No es una unión en el mundo físico, sino en el espiritual, en el cielo. Esta atracción entre hombre y mujer, esta atracción de opuestos, se origina en un sistema complejo. No está diseñado para complementarse en el exterior, sino para alcanzar juntos la revelación común del Creador. La verdadera unión se crea en el cielo. Ahí es donde tanto el hombre como la mujer encuentran su fuente y su plenitud.

A veces me preguntan por qué me tiembla la voz y se me llenan los ojos de lágrimas cuando hablo de mi maestro Rabash. Porque la raíz de mi alma está en él. Esa conexión está más allá de la razón y de las emociones. Vive en lo más profundo de mi ser. Cuando la toco, cambio, porque en esa raíz, todo se vuelve uno.   

Etiquetado con: , ,
Publicado en: News
Un comentario sobre “¿Son diferentes las lágrimas del hombre y de la mujer?
  1. Hildaliza dice:

    Hermoso artículo que quiero llevar presente cuando escuché las clases matinales.