Erik Bertrand Larssen, conocido coach y consultor de negocios, desarrolló una metodología basada en su experiencia militar y la detalló en su libro Hell Week: Seven Days to Be Your Best Self (Semana infernal: siete días para ser la mejor versión de ti mismo) Identificó tres modelos de cultura altamente efectivos: militar, empresarial y deportiva. Según él, el militar enseña a ir más allá de nuestros límites, para descubrir nuestro potencial sin explotar, el económico muestra cómo establecer y perseguir metas sistemáticamente, el deportivo indica que la victoria no se logra poniendo el centro de atención en la recta final, sino en el esfuerzo diario, constante y minucioso.
Sin embargo, desde la perspectiva de la sabiduría de la Cabalá, la mente sólo sirve a los deseos y no debemos intentar ir en contra de ellos, porque no podemos cambiarlos. Lo que sí podemos hacer es dividirlo en partes más pequeñas, crear una reacción en cadena: uno se convierte en dos, dos en cuatro y así sucesivamente. Nuestro principal problema es dar prioridad a un deseo sobre otro, con influencia total de la sociedad que nos rodea. Si somos miembros de un grupo que valora deseos superiores, por encima de los personales, podemos dejar más fácilmente nuestros deseos menores a favor de sus valores superiores.
Ejército, deportes y negocios, descansan en la auto coerción, pero no quiero forzarme al extremo. El cuerpo naturalmente se resiste a esos estados. La clave está en el entorno. Si nos unimos a un entorno adecuado, que sepa motivarnos e influirnos con pistas sutiles, ejercicios y orientación enriquecedora, puede moldearnos totalmente. Como niño que responde al estímulo, podemos ser transformados por una sociedad que apoye nuestro crecimiento.
La cabalá pone énfasis en la importancia de construir una sociedad que apoye, aliente y cuide el desarrollo espiritual de sus miembros. Una sociedad cabalista opera sobre el principio de, gradualmente llevar a las personas al elevarse por encima de sus pequeños egos personales. Sus miembros participan en ejercicios específicos llamados «talleres», donde discuten ideas, se conectan y se abren unos a otros. Este proceso requiere superar el ego innato, el deseo de beneficio propio a expensas de los demás. Es como subir a un ascensor cósmico que nos eleva por encima de la naturaleza egoísta y nos transporta a un universo totalmente diferente y anti egoísta, basado en cualidades de amor y otorgamiento en lugar de recepción y odio.
Bajo la influencia de una sociedad así, podremos transformarnos. Sentiremos como si nos eleváramos por encima de los confines de la Tierra, nos separamos de nuestra realidad limitada y entramos en una dimensión superior. Este cambio nos eleva más allá de los límites de la vida y la muerte, nos permite percibirnos, no como cuerpos físicos, sino como conciencia superior unida: un alma. Al elevarnos por encima de nuestra naturaleza egoísta, nos elevamos por encima de la vida y la muerte biológicas y comenzamos a sentir la eternidad.
El método de Cabalá nos permite elevarnos por encima de nosotros mismos y, revelar el mundo superior y la fuerza superior de amor, otorgamiento y conexión, a la que se le llama “Creador”. Nos permite liberarnos del espacio pequeño y estrecho en el que existimos y transformarnos en una entidad eterna y perfecta. Cualquiera que sienta interés por lo que está más allá del reino corpóreo de la vida y por el significado y propósito de la vida, en esta sabiduría, podría encontrar lo que busca y mucho más.
Empezando mi dia con esta lectura tan acertada entendí lo que significa realmente trabajar en la decena , gracias Rav Laitman que el Eterno le de mucha salud y energías para seguir con su gran misión.