Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

¿Cómo influye el ego en los conflictos de pareja y cómo se supera?

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¿Qué ganamos con este proceso? Ganamos mucho porque, aunque nuestros impulsos iniciales son inclinar el mundo a nuestro favor, en realidad, no funciona para nadie. Con un enfoque tan agresivo, nada avanza.

Una relación buena, una conexión hermosa y duradera, requiere que cada uno se eleve por encima de sí mismo. Aunque no se puede mantener una conexión tan profunda todo el tiempo, cada uno intentará, de alguna forma, perdonar al otro, entender que, a veces nos elevamos, a veces caemos, es fundamental aceptar y esforzarnos por superar los impulsos egoístas.

Lograrlo no es tan fácil como parece, requiere una lucha constante contra nuestra naturaleza interior. Por eso, necesitamos mantenimiento continuo, nutrirnos a diario con valores, ideas, ejemplos y el apoyo de personas que comparten el mismo proceso que nosotros. Por otro lado, podemos decir que, desde la infancia, con frecuencia, escuchamos sermones morales como «pórtate bien» y «no tomes nada ajeno», entre otros. Pero, estamos inmersos en una cultura que continuamente nos alimenta con ejemplos contrarios. Y lo que vemos es lo que nos moldea, no las palabras bonitas.

Por eso, el enfoque integral de la educación tiene como base, crear grupos que funcionen como un entorno con condiciones de laboratorio. Los participantes aprenden juntos sobre la naturaleza humana y sobre la tendencia general del desarrollo mundial hacia la conexión integral. Lo que aprenden se convierte en ejercicios prácticos y gradualmente se desarrolla la capacidad de conectarse positivamente con los demás, por encima del ego individual, en una conexión complementaria, hasta el nivel del amor, que es la conexión perfecta.

Para mejorar las relaciones románticas en este proceso, se puede crear un grupo integral, compuesto por tres o cuatro parejas. Aquí hay algunos principios operativos.

Por supuesto que cada pareja tiene sus problemas. Los expertos que guían el grupo pueden pedir a los participantes que planteen un problema y lo discutan juntos. Qué impulsos actúan, qué sucede en cada parte, etc. Luego, la pareja que planteó el problema intentará representar, como en una obra de teatro, una respuesta diferente a la misma situación, de forma nueva y más correcta, más cercana al estado donde superen su ego estrecho. Los demás observarán y después, todos hablarán de lo que sintieron los que actuaron, a qué tuvieron que renunciar, lo que sintieron al rebajar un poco el ego frente al otro, qué impresión tuvieron las parejas que observaban y qué se puede hacer para que la representación, donde hay relaciones más correctas, se implemente en su vida. Así, gracias a ejemplos de casos y respuestas y a un esfuerzo común para encontrar mejores formas de conexión, todos progresarán.

El amor, dicen los sabios, es como una mascota criada en casa, es resultado de concesiones. Por eso, no importa realmente de qué se trate la discusión; lo fundamental es ver el esfuerzo en las concesiones mutuas. En una relación romántica corregida, cada miembro se debe sentir pequeño ante su pareja, para absorber su deseo. Simultáneamente, se presenta como grande ante ella, le da ejemplos positivos y la guía. Cada miembro de la pareja lo hace desde su lado y ambos se igualan en su aspiración común de conectarse con amor.

La pareja se forma con la condición de que cada uno abra espacio en su interior para el deseo del otro y se ponga a su servicio. Así, se integran el uno en el otro, hasta convertirse en uno.

Lo que diferencia el enfoque integral de la educación de cualquier otra dinámica de grupo, es que aprendemos que el propósito de la vida es superar el ego y adaptar nuestras conexiones a la integralidad, interconexión, interdependencia y unidad de la naturaleza. Además, formar el deseo común de conectarnos con los demás en amor, para despertar la fuerza de unidad de la naturaleza y que actúe en los miembros del grupo. Este es el verdadero juego de la vida, aprender a jugar, no contra el otro, sino junto con él, en contra el ego individual. Así todos ascienden al siguiente nivel de conexión, hacia el que la humanidad está evolucionando. 

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