Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

¿Por qué me siento solo en mi matrimonio?

pareja matrimonio soledad

Mucha gente se siente sola en su relación de pareja. Tiene pareja, pero se siente sola. La pregunta más práctica es: ¿cómo se puede llenar el vacío en una situación así?

Tomemos el caso de una pareja de treinta y tantos años. Los primeros años de matrimonio transcurrieron relativamente bien. Por las noches, después del trabajo, comían juntos y charlaban un rato. Después, el marido se sentaba en el sofá frente al televisor y la mujer se dedicaba a las tareas del hogar. Más tarde, tuvieron gemelos, ahora tienen dos años. Desde el nacimiento, la madre está en casa. Por un lado, tiene una carga de trabajo agotadora, por otro, se siente terriblemente sola. No hay nadie con quien hablar, nadie que la comprenda. Por mucho que intente que su marido le preste más atención, que la cuide, simplemente no funciona.

Lamentablemente, esta historia no es inusual. En general, muchos de los problemas en las relaciones románticas y familiares actuales, se deben a que, no se nos enseña a construir relaciones basadas en comprender nuestra naturaleza y la de los demás.

Por naturaleza, el nacimiento de los hijos cambia la realidad de la pareja. Para la mujer, se convierten en su mundo. Los llevó en su vientre, les dio a luz, los amamantó y para siempre son parte inseparable de ella, carne de su carne. Para el hombre, son sus hijos, su semilla, valiosos e importantes, pero también está ocupado con otros asuntos. Debemos recordar que originalmente, venimos del mundo animal. Allí, el macho se acerca a la hembra, hace su parte y listo. Ella se queda con las crías y las cría. Incluso en los humanos, está grabado en la percepción fundamental de lo masculino y lo femenino y por mucho que lo intentemos, papá no es mamá. En este caso, el hombre dice que llega a casa con la cabeza a punto de estallar, intenta ayudar como puede, cambia algún pañal aquí y allá, le echa una mano a su esposa cuando los baña, pero no puede hacer más. La mujer, por su parte, siente que lo que más le falta es conexión con él. Quiere que hable con ella, que le cuente lo que le sucede y que se interese por ella, que hablen de su relación, de lo que cada uno siente.

Primero, por naturaleza, al hombre le cuesta entender por qué hay tanta necesidad de hablar de la relación. Para él, las cosas son muy simples. «¿Qué quieres oír? ¿qué te amo? Pues sí, te amo. Ahora sigamos adelante».

Segundo, la mujer haría bien en no permitir que los hijos sean una barrera entre ella y su esposo. ¿Qué quiere decir? Él solía ser el centro de atención, ahora cambió. Ella sólo habla de los niños, de lo que necesitan y de que él debería ayudarla a cuidarlos. Es muy posible que eso lo aleje. Por eso, necesita hacerle sentir que sigue siendo su estrella, es decir, que regresa a esa imagen original de cuando eran una pareja enamorada, antes del giro inesperado.

En tercer lugar, a nadie le gusta que le exijan. La exigencia es presión y la presión aísla. No abre a la gente, la repele, la enfría y la aleja, en lugar de conectarla. De hecho, somos egoístas, queremos que los demás bailen a nuestro ritmo, pero para mantener una relación romántica, la concesión mutua es esencial. Por eso, deberíamos intentar superar un poco el ego, para hacer espacio en nuestro interior para nuestra pareja.

Con base en estas ideas, aquí hay algunas sugerencias prácticas para lidiar con la soledad. Después de acostar a los niños, la esposa puede hacer que su esposo sienta que es el centro de su vida. Si está en el sofá viendo el fútbol, puede sentarse a su lado. Con suavidad, con cariño, puede traerle algo rico para comer, beber, incluso abrazarlo. Transmitirle la sensación de que comparte con él, de que se alegra cuando se encuentra bien. Si no le apetece ver el fútbol, puede leer un libro a su lado o algo similar. La clave es que él la sienta a su lado, en contacto. Después del partido, es probable que la cercanía creada dé lugar a una conversación, a un vínculo.

Una relación estructurada es muy importante. Conviene establecer horarios fijos para diversos tipos de conexión. Por ejemplo, es bueno que el esposo se acostumbre a llamarle dos veces al día, a horas fijas y convenientes y le pregunte brevemente cómo está. Además, pueden dedicar una noche a la semana a un tiempo de calidad, donde toda la atención sea de uno a otro. Una cena con cariño, una salida, romance y amor. Una escapada a la naturaleza de vez en cuando, con senderismo y caminatas, también puede fortalecer el vínculo. Por supuesto, podrían surgir innumerables ideas, pero lo principal es comprender la dirección y la intención.

Así, se puede disipar la soledad y el vacío, simplemente, desarrollando una conexión de corazón. Podemos crear ese vínculo en una relación de pareja, cuando cada uno intenta sentir al otro, percibir sus deseos y dedicarse a satisfacerlos. Eso es «ama a tu prójimo como a ti mismo» en su versión romántica. Crea un flujo continuo de energía cálida positiva entre la pareja y al final, no hay nada más gratificante que eso.  

Etiquetado con: , ,
Publicado en: News