Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Un plan máximo y un plan mínimo para el gobierno

gobierno IsraelComo es evidente, el Estado de Israel es diferente a los demás países. Tratamos de comportarnos como el resto del mundo, pero no podemos; por eso hemos estado en un limbo político durante los últimos años. El problema es que no sabemos cómo deberíamos ser y buscamos modelos a seguir en el mundo que nos rodea. Pero, no son adecuados para nosotros y estamos viendo los resultados.

Por eso, creo que nuestro gobierno debe comportarse en dos rutas paralelas, una que siga un plan máximo y otra que siga un plan mínimo. El plan máximo es la nación en su estado ideal de solidaridad y unión; el plan mínimo es sostenernos hasta que lleguemos allí.

El plan mínimo tiene dos objetivos primordiales: defensa y vida. Defensa es asegurar las fronteras de Israel y hacer frente a las amenazas militares a la población. Vida es ver que funcione la economía en su conjunto, incluido el mercado laboral, la industria, la agricultura y la vivienda y mantener los sistemas de salud y bienestar. Como se dijo, el objetivo general del plan mínimo es sostenernos hasta que logremos el plan máximo.

El plan máximo se relaciona con el objetivo final del Estado de Israel, a saber, llevar al pueblo de Israel a la unidad y solidaridad total, hasta el punto de seguir el lema del pueblo judío: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». Para lograrlo, el gobierno debe establecer un sistema educativo para todas las edades, jardín de niños, escuelas, educación superior, trabajo e incluso las casas de retiro.

Actualmente, la nación necesita terriblemente la unidad. Sus facciones están divididas y se odian mutuamente. Se socavan unas a otras y en el proceso debilitan al país. Por eso, nuestra supervivencia como estado soberano, depende de nuestra solidaridad y unidad. Si lo logramos, creceremos y prosperaremos. Si no lo hacemos, seremos invadidos por nuestros múltiples enemigos desde fuera y desde dentro.

Además, la naturaleza de nuestra gente no le permite reconocer que alguien más tiene razón y que nosotros estamos equivocados. La Torá se refiere a los judíos como un «pueblo de dura cerviz» (Éxodo 32: 9) y no va a cambiar. Por eso, cualquier plan para generar unidad debe tomar en consideración que debe construir este acuerdo por encima de la discordia existente, persistente e incluso creciente. Si bien es claro que es un desafío formidable, la otra opción es la disolución del Estado de Israel.

A la luz de todo esto, el plan máximo detallará e implementará los pasos para establecer la unidad inicial, con base en el entendimiento de que somos dependientes unos de otros y, o todos triunfamos o todos fracasamos. Posteriormente, el plan delineará las etapas para mejorar y cristalizar esa unidad usando instancias de discordia y disputa como incentivos para mejorar nuestra unidad.

Para tener éxito, toda la nación debe comprometerse en el proceso. Si sólo algunos buscamos establecer la unidad y el resto no, el proceso fracasará. En su ensayo Responsabilidad mutua, el gran pensador y cabalista del siglo XX, Yehuda Ashlag, también conocido como Baal HaSulam, ofreció una conmovedora analogía de El libro del Zóhar, en relación con nuestra responsabilidad mutua: “Si una parte de la nación no quiere mantener la responsabilidad mutua … hace que el resto permanezca inmerso en su inmundicia y bajeza (interés propio) sin encontrar salida a su inmundicia. El rabino Shimon Bar Yojai (autor del Zóhar) describió la responsabilidad mutua como dos personas navegando en un bote, cuando una comienza a perforar un agujero en el bote. Su amigo dice: «¿Por qué estás perforando?». El otro responde: «¿Por qué debería importarte? ¡Estoy taladrando debajo de mí, no debajo de ti! ». El amigo responde: “¡Necio! ¡Los dos nos ahogaremos juntos en el bote! «

Justo ahora nos estamos hundiendo. Por buscar reivindicaciones, estamos perforando un hoyo en nuestro barco y no entendemos o no nos importa, que en el proceso, también nos estamos ahogando. Pero, aún no nos hundimos. Si nos unimos, alcanzaremos la tierra. Si nos mantenemos separados, seguro que nos hundiremos. Por eso creo que el gobierno debe ejecutar el plan máximo y el plan mínimo al mismo tiempo, para llevar al pueblo de Israel a la meta de la responsabilidad mutua y del amor a los demás, tan pronto como sea posible.

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Publicado en: Judíos, News
Un comentario sobre “Un plan máximo y un plan mínimo para el gobierno
  1. Rosa María Lomeli Delgadorelac dice:

    Excelente!!! Ahorita estoy en un curso de bioneuroemocion y digo para qué quiero este curso? Lograr la unidad, solidaridad y la mejor conexión conmigo totalmente tengo que depender de Dios.. muchas gracias 🌹 Dios los bendiga grandemente 🙏🌹🙏

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