Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Relaciones malignas

cáncer relaciones malignasEl cáncer ha plagado a la humanidad durante milenios. Algunos informes de cáncer se remontan al siglo VII AEC, pergaminos antiguos de Egipto hablan del cáncer de pecho. A lo largo de eones, se han inventado innumerables curas, pero el cáncer sigue extendiéndose. Algunos científicos creen que deberíamos estudiar el cáncer caso por caso, pues cada caso y cada persona es único. En mi opinión, hay una sola causa para todas las formas de cáncer; elimina la causa y eliminarás el cáncer

El cáncer es la interrupción en las relaciones intercelulares, donde algunas células comienzan a comportarse de manera egoísta, destruyen su entorno y finalmente al organismo y provocan su muerte. Pero las células de nuestro cuerpo no son inherentemente egoístas; están programadas para cooperar e incluso, si es necesario, sacrificarse por el bien del cuerpo. Comienzan a comportarse de manera contraria a su programa innato, cuando algo estropea su estructura, es como si se les instalaran un malware, que las hace abusivas con sus vecinos. Ese malware somos nosotros, los humanos, a cuyos cuerpos afecta el cáncer. Cuando estamos unos contra otros, propagamos maldad a los demás niveles de la naturaleza, incluidas nuestras propias células. Como resultado, ellas también se vuelven unas contra otras, hasta que mueren y nosotros morimos con ellas. En otras palabras, si nuestro espíritu es golpeado por el abuso, también lo serán nuestras células.

Cuando abusamos unos de otros, no son necesariamente los agresores los que sufren. De hecho, no suelen ser los agresores los que sufren, aunque al final todos sufren. Nadie gana con una conducta abusiva, aunque el castigo a los culpables, no siempre es evidente. Lo mismo ocurre con el cáncer: no siempre son las células egoístas las que se enferman; a menudo, primero golpean otros órganos. Sin embargo, al final, todos sufren por igual, pues todo el cuerpo muere.

Si la justicia fuera poética, el cáncer sólo afectaría a los egoístas. Pero las cosas no funcionan así. Así como todas las células están conectadas y una debilidad en alguna parte puede desencadenar una enfermedad en otra parte, una persona egoísta puede desencadenar una enfermedad en otra persona. Esa otra persona puede dejar de ser egoísta, pero como todos estamos conectados, todo el sistema sufre y en algún lugar de la cadena humana, un eslabón se rompe. Al final, toda la cadena sufre, como sucede con el cuerpo, pero si esperamos el final, no habrá nadie que vea que se hizo justicia.

Por eso, la solución al cáncer, no es un remedio caso por caso, sino el mismo remedio para todos: corrección de nuestras relaciones con aquellas como las que naturalmente existen entre las células de nuestro cuerpo. En lugar de enfermar nuestras propias células a causa de nuestra mala voluntad hacia los demás, deberíamos aprender de ellas y funcionar como un cuerpo sano. Cuando nos defendamos unos a otros en lugar de ofendernos, estaremos sanos de cuerpo, mente y espíritu.

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Publicado en: News, Salud y bienestar
Un comentario sobre “Relaciones malignas
  1. Rosa Maria Lomeli Delgado dice:

    Buen día, siempre me pregunté de dónde viene el cáncer xq el tratamiento es tan agresivo y en ciertas personas no funciona como dicen es que»Dios así quiere» no lo creo. Mi madre murió de cáncer atrás de la nariz, inoperable doloroso. Pero al final cuando hablé con ella me di cuenta de la vida llena de odio que arrastró desde sus ancestros. Muchísimas gracias. Dios los bendiga grandemente 🙏🙏🌹

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