Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Prepárate para un duro invierno

prepárate para un duro invierno

Nos acercamos al final del verano y la Covid-19 no cede. Dondequiera que se alivian las restricciones, estalla con más fuerza que antes, infectando a personas cada vez más jóvenes y con cepas hasta diez veces más contagiosas. A medida que las temperaturas comienzan a bajar y el entretenimiento al aire libre se vuelve menos atractivo, la gente evitará salir y asistir a eventos en lugares cerrados porque aumentaría el, ya alto, riesgo de contagio. Al mismo tiempo, los que se quedan en casa pueden esperar irritación y desánimo, en el mejor de los casos y es más probable que se produzcan rabietas. Y lo peor de todo, es que la violencia doméstica se disparará.

Además, a medida que se agoten los puestos de trabajo y la puntuación caiga en una crisis de flujo de efectivo, la inseguridad alimentaria y la desconexión de los servicios públicos serán comunes. En ese estado, la desesperanza junto con las tensas elecciones que se avecinan, exacerbarán la violencia callejera -homicidios, saqueos e incendios provocados- hasta el punto en que se convierta en rutina. En muchos pueblos y barrios, la gente ya no se atreve a poner un pie fuera de casa. A menos que algo cambie rápidamente, será mejor que nos preparemos para un invierno muy duro.

Pero si algo puede cambiar, es el futuro. El futuro siempre está en nuestras manos para moldearlo. Y ahora es nuestro último llamado para transformar nuestra sociedad en una comunidad, una congregación de individuos solidarios, responsables unos de otros, que no dejarán que nadie se quede en el camino, sólo porque no está en su lado político, racial o étnico.

Estamos viviendo los últimos días, antes del colapso, pero aún no caemos. Podemos observar el odio en nuestro corazón y decirle: “Mientras más crezcas, más unida estará la gente. Gracias a ti, odio, fortalecemos nuestros vínculos».

Es natural que los opuestos no se agraden entre sí. El amor entre personas con opiniones encontradas siempre requiere un trabajo duro. Pero precisamente por eso, es el único amor que realmente puedes decir que elegiste por tu propia voluntad. Sólo cuando superes tu inclinación natural, podrás decir que tomaste una decisión libre. Una vez que la tomes, es tuya.

Esta debería ser nuestra preparación para el duro invierno que se avecina. Es seguro que el odio llegue, pero debemos estar preparados para sujetar las alas de nuestra sociedad, por encima del odio. Y mientras más crezca, más estrechamente nos ataremos. Si lo hacemos, al final del invierno, el odio se habrá ido y la Covid con él.

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Publicado en: News, Relaciones Interpersonales

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