Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Para Hezbolá, mano dura. Para nuestros hermanos, corazón blando

Hezbolá Israel unidad

Foto: Avión de combate de la IAF y un barco de misiles de la Marina israelí interceptaron 3 vehículos aéreos hostiles, no tripulados del Líbano, que se acercaron al espacio aéreo sobre las aguas económicas de Israel. (CRÉDITO: Fuerzas de Defensa de Israel @IDF en Twitter)

El Jerusalem Post informó que Gilad Erdan, embajador de Israel ante la ONU, le pidió al secretario general, Antonio Guterres, que el Consejo de Seguridad de la ONU «condene la operación de aviones no tripulados de Hezbolá que, la semana pasada, tuvo como objetivo la plataforma de gas Karish en las aguas territoriales de Israel». Si bien los drones se apagaron antes de que causaran daño, Erdan insistió en que el ataque «puede conducir a una escalada en la región y que la comunidad internacional debe condenarlo enérgicamente».

En mi opinión, cualquier condena, por fuerte que sea, no logrará nada. Hezbolá ha demostrado una y otra vez que el único lenguaje que entiende es el del poder. Por eso, debemos tomar represalias con fuerza letal, con misiles dirigidos no a los drones, sino a los lugares que los envían. Al mismo tiempo, debemos mejorar nuestra solidaridad y cohesión. Sólo un movimiento bidireccional de este tipo resolverá nuestros problemas de seguridad.

Cuando hablo de disparar misiles, no me refiero a intercambiar fuego, como sucedía antes. Me refiero a hacer que se den cuenta de que ya tuvimos suficiente y que no estamos dispuestos a tolerar más su agresión. Tenemos suficientes opciones militares convencionales para hacerlo y deberíamos usarlas todas y no tomar en cuenta la opinión de nadie, tampoco ningún otro país dudaría en usar todo su poder contra un agresor que ha declarado su intención de aniquilar al país defensor y trata repetidamente de hacerlo.

En el plano militar, nuestro problema no es Hezbolá, sino nuestra propia vacilación frente a él. Hezbolá le ha declarado la guerra a Israel y no al revés, ¿por qué no lo tratamos como a un enemigo que nos declaró la guerra y dice explícitamente que no descansará hasta que nos hayamos ido? ¿por qué no lo destruimos? ¿otro país evitaría hacerlo?

Al mismo tiempo, no debemos descuidar la fortaleza interior, que surge de nuestra cohesión. Ese es el factor clave en la lucha. Cuando se trata de solidaridad, somos nuestro único enemigo. La división interna dentro del pueblo de Israel siempre ha sido nuestro mayor dolor y nuestro único enemigo real, pues cuando estamos unidos, nadie nos desafía.

Actualmente, nuestro corazón es blando con nuestros enemigos y duro para nosotros. A menos que invirtamos la dirección, seguiremos sufriendo golpes y nuestros enemigos se volverán más fuertes y descarados.

La unidad interna, con base en la solidaridad y la cohesión dentro de nuestra nación, es nuestra «última arma», no porque destruya a nuestros enemigos, sino porque destruye su enemistad. Si actuamos con decisión en ambos frentes, militar y social, lo lograremos y el mundo nos apoyará. Si lo descuidamos, no tendremos éxito y el mundo nos condenará, como lo hace hoy y Hezbolá seguirá ganando.

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Publicado en: Judíos, News
Un comentario sobre “Para Hezbolá, mano dura. Para nuestros hermanos, corazón blando
  1. Que podríamos decir nosotros que no estamos en un estado de urgencia y necesidad ? Creo de buena fe que vinimos a desarrollar nuestro potencial y a qué no nos maten , nuestra obligación y deber es utilizar la figura de la «legítima defensa». Claro está a mejor criterio del Pueblo de Israel.

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