Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Nosotros mismos volvimos a Emma Watson, Sally Rooney y otros en nuestra contra

emma watson boicot antisemitismoEmma Watson, Sally Rooney y Roger Waters son sólo tres de una larga lista de actores, músicos, autores y artistas de todo tipo y credo, que apoyan a los palestinos y llaman a un boicot contra Israel. ¿Cómo es que todos culpan a Israel? ¿no les hemos tendido la mano en paz innumerables veces? ¿no hemos ofrecido retirarnos de todos los territorios ocupados en la guerra de los Seis Días de 1967? De hecho, lo hicimos. ¿Ayudó? No, no lo hizo. ¿Ayudaría si entregáramos la tierra en su totalidad? No, no lo haría. Masacraron judíos en 1921, 1929, 1936 y siempre que pudieron, entre y después de esas fechas de disturbios. Además, el “mejor amigo” de los palestinos fue Adolf Hitler.

Entonces, ¿por qué el mundo se preocupa por los palestinos y no por nosotros? La respuesta es simple, pero contraria a la intuición: el mundo se preocupa por ellos y no por nosotros, porque aquí, no nos preocupamos por nosotros mismos. El mundo se preocupará por los judíos cuando los judíos se preocupen por ellos mismos, no antes.

Decimos que queremos paz con los palestinos, cantamos por la paz y rezamos por ella, pero no damos un paso para acercarnos nosotros. Entre nosotros, estamos uno en la garganta del otro, luchando por la superioridad e imbuidos de un sentido de derecho y justa indignación contra nuestros hermanos.

Como acabamos de decir, hemos intentado todo tipo de ofertas de paz posible, pero siempre hemos sido rechazados. Por eso, a pesar de nuestras divisiones internas, es hora de que examinemos lo que hacemos mal entre nosotros, en lugar de culpar a la otra parte, por no aceptar nuestras generosas ofertas.

Si nos vemos a nosotros mismos, encontraremos que el problema real está en nosotros: es nuestro odio mutuo. No podemos estar en hermandad con los palestinos ni ellos querrán estar en hermandad con nosotros, hasta que nosotros estemos en hermandad interna. Una vez que seamos como hermanos, así se relacionará el mundo con nosotros.

Sé que puede parecer que su único deseo es sacarnos de aquí y sé que ellos también sienten que ese es su verdadero deseo, pero el pueblo judío no es eceptado en ninguna parte, no por intrusos, sino porque no es fiel a su misión. El único propósito de nuestra existencia es servir como nación modelo, una nación cuya gente supere sus problemas y forme una unidad que trascienda todas las divisiones. Cuando lo logramos y hubo momentos en nuestro pasado en los que lo logramos, somos los consentidos del mundo. Cuando fallamos y generalmente fallamos, somos los parias del mundo.

Por eso, ni siquiera deberíamos tratar de abrir una grieta en el muro de odio del mundo hacia los judíos; no lo lograremos. Nuestro esfuerzo debe centrarse sólo en fomentar nuestra buena conexión. Si tenemos éxito, romperemos todas las paredes en el corazón del mundo.

Podemos dejar de tratar de “explicar” nuestra posición, de demostrar que tenemos razón, de afirmar que nosotros también tenemos derecho a un país soberano. Nadie lo escucha. Pero cuando nos vinculemos, no tendremos necesidad de explicarle nada a nadie; nuestro mérito nos dará todo lo que actualmente exigimos tener. Es más, no necesitaremos explicarlo; será obvio para todos y todos serán nuestros amigos.

Nuestros libros, nuestra historia y nuestros sabios de todas las generaciones, nos dicen que nuestra única esperanza es la unidad. Es hora de que escuchemos.

Para más información sobre los méritos de la unidad judía, consulta mi libro La elección judía: Unidad o antisemitismo.

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Publicado en: Antisemitismo, Judíos, News

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