Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

No hay Mojo en las «Lentes Mojo»

Mojo realidad aumentadaMojo es una empresa estadounidense cuyo objetivo declarado es ayudar a la gente a «alcanzar su máximo potencial en el trabajo, el juego y la vida y que se mantenga conectada con personas y eventos en el mundo real». Para ello, la compañía desarrolló unos lentes de contacto de realidad aumentada, conectados a internet en todo momento, añaden información a todo lo que ves. Si ves las estrellas, dibujarán líneas entre ellas y te mostrarán las constelaciones que buscas. Si ves a una persona, te dirá quién es y otros datos. Suena a magia, pero creo que su mojo pronto se desvanecerá, porque nuestros problemas no vienen de lo que sabemos o no sabemos, sino de cómo nos relacionamos con lo que nos rodea.

Si necesitáramos conocimiento, podríamos y probablemente algún día lo haremos, implantar un chip con toda la información en nuestro cerebro o proyectarla a través de algún campo de fuerza electromagnético. Pero ¿qué nos daría la información? La gente promedio de hoy, sabe mucho más de lo que sabía la gente altamente educada hace dos siglos, ¿eso nos hace más felices? ¿es nuestra vida más satisfactoria?

Alcanzar nuestro máximo potencial no tiene nada que ver con lo que sabemos y todo que ver con lo que queremos saber. Si queremos saber algo con el propósito correcto, usaremos lo que ya sabemos mucho mejor de lo que podríamos usar toda la información del mundo sin el propósito correcto. Y si necesitáramos saber algo que no sabemos, pero con el propósito correcto, lo aprenderíamos en un instante.

Por «propósito correcto» me refiero al beneficiario de mi trabajo. Si trabajo sólo para beneficiarme a mí mismo, sin tener en cuenta a los demás, invariablemente será perjudicial para todos. Pero, si trabajara en beneficio de los demás, será útil para todos, incluido yo.

La verdad es que el mundo ya tiene abundancia de todo. Producimos el doble de alimentos de los que consumimos, aún así, millones en el mundo pasan hambre. Tenemos tecnologías que pueden dar agua y aire limpios, vivienda segura, buena atención médica y buena educación para cada uno en el planeta, pero, miles de millones no tienen cubiertas estas necesidades humanas básicas. ¿Por qué? No es sólo que no nos interesemos unos por otros, sino que queremos ser superiores a los demás, despreciarlos y oprimirlos. Esa es la única forma en la que el ego pueden afirmar su superioridad. Esa es la raíz del sufrimiento, escasez, abuso y explotación del hombre, la bestia y el suelo, en este mundo.

Lo que necesitamos, es aprender a ser humanos, no educarnos más. Cuando la esencia de la vida se convierta en conexiones, nos conectaremos con la fuente de la vida, con su origen. La satisfacción y la felicidad no vienen de saber, sino de pertenecer. Cuando sintamos a dónde pertenecemos, por qué estamos aquí y hacia dónde vamos, seremos felices. La información no puede darnos ese sentimiento, sólo las conexiones, entre nosotros y con la naturaleza.

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