Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

¿Los científicos determinan los resultados por adelantado

científicosUn ensayo publicado recientemente sacó una conclusión muy interesante: la metodología que usan los científicos determina el resultado del experimento. Después de examinar más de 400 experimentos sobre la conexión entre la actividad cerebral y la conciencia, encontraron que: “respaldar una teoría específica puede predecirse, sólo en la elección de la metodología, independientemente de los hallazgos”. Además concluyen, “la mayoría de los estudios interpretan sus hallazgos a posteriori, en lugar de probar a priori las predicciones críticas de las teorías”. Esta es otra prueba más de que mientras seamos inherentemente parciales, la imparcialidad no existirá en la ciencia.

El experimento, hecho conjuntamente por el Departamento de Neurología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York, la Facultad de Neurociencia Sagol de la Universidad de Tel Aviv | אוניברסיטת תל-אביב y el Departamento de Psicología de Reed College, intentaron “presentar una revisión imparcial, teóricamente neutral, cuantitativa y sistemática de los hallazgos empíricos en torno a las principales teorías de la conciencia, dieron una vista panorámica del campo y buscaron potenciales sesgos en la interpretación de los hallazgos empíricos”.

Aunque es claro que, ni los experimentos ni sus revisores son imparciales, los hallazgos nos dicen que la ciencia es inherentemente parcial, es decir, impulsada por el ego. Por eso, interpretamos todas las leyes naturales que descubrimos a través de una lente egoísta, que pinta todo lo que vemos impulsado por el ego. Y no podemos ver que una fuerza no egoísta manipula las conexiones entre las partículas egoístas que percibimos como independientes.

Vemos que la humanidad está cada vez más conectada, pero lo interpretamos como impulsado por intereses egoístas, sin darnos cuenta de que, incluso si elegimos separarnos, no podemos, porque contradice la dirección del flujo que se nos impone. Por eso, por mucho que lo intentemos, nos encontraremos cada vez más enredados en una red de interdependencia que nos conecta en un solo sistema.

La ciencia facilita la vida en más formas de las que conocemos. Sin la ciencia, ni siquiera estaríamos leyendo estas palabras críticas sobre la ciencia. El problema con la ciencia comienza donde no podemos ver con claridad, pero aún así tratamos de interpretar. Aquí es donde obtenemos teorías contradictorias, precisamente porque ninguna teoría refleja la verdad, sino la percepción subjetiva de su progenitor. En ese caso, deja de ser ciencia y no debemos confiar en ella en absoluto.

Si queremos encontrar resultados concluyentes que todos corroboren y que beneficien a todos, debemos salir de nuestra percepción egoísta. Cuando se trata de campos de investigación en los que nuestra percepción se limita a nuestro punto de vista personal, debemos aceptar que los resultados son sólo nuestros o ampliar nuestra perspectiva para incluir los puntos de vista de los demás.

Para lograrlo, debemos salir de nuestra naturaleza inherentemente egoísta. Es la única forma de llegar a un resultado uniforme, válido ante los ojos de todos y que todos puedan usar.

Como se dijo antes, actualmente percibimos un mundo gobernado por fuerzas egoístas, porque nosotros mismos somos egoístas hasta la médula. Como resultado, no podemos decir si algo es egoísta, pues no tenemos la percepción altruista en nuestra psique. Sin embargo, si tratamos de ponernos en el lugar de otros y ver las cosas desde su perspectiva, encontraremos que nuestros puntos de vista separados, forman una imagen completa que no es ninguno de los elementos que la componen, sino la red que los mantiene unidos.

Piensa en eso como un organismo. Hay unos diez billones de células, que componen los setenta y ocho órganos principales del cuerpo humano. Cada célula y cada órgano trabaja por separado y hace funciones fundamentalmente diferentes. Pero, juntos, permiten que el cuerpo exista y mantenga su vitalidad y salud.

Así es con la humanidad. Cada uno tiene una función específica en el organismo humano global. Si pudiéramos aplicar la perspectiva de la humanidad, en lugar de nuestra perspectiva individual, podríamos sacar las conclusiones correctas y tomar decisiones válidas y provechosas para todos. Aquí es donde debemos ir, si queremos vivir en un mundo donde, dentro de unos años, la gente viva feliz y segura.

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