Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

La COVID-19: Un cambio de paradigma

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Cuando inició el 2020, las expectativas en Estados Unidos eran muy altas. Por supuesto, se podían esperar problemas, pero Estados Unidos y China acababan de firmar la primera fase del acuerdo para poner fin a su guerra comercial, el desempleo estaba en un mínimo histórico y bajando, y en general todo se veía muy bien. Pero en febrero, apareció la COVID-19 y todo se derrumbó. El país entró en cuarentena y en cuestión de semanas, comenzó a agitarse. Ahora mismo, sólo una nueva visión de la realidad puede salvar a este atormentado país.

Tan pronto como la gente salió del confinamiento empezaron a volverse locos. Empezaron a salir de fiesta, ir a bares, protestas, disturbios, saqueos y no se detienen. Pero el coronavirus no toma en cuenta a nada ni a nadie. La gente puede festejar todo lo que quiera, pero el virus hará lo que hacen los virus: infectar. No permitirá que nadie, en ningún país, vuelva al modo de vida que teníamos antes de marzo de 2020. O como escribió la reportera médica Michelle Cortez en Bloomberg: “No hay ninguna vacuna a la vista para este año y probablemente tampoco para el año que viene, es hora de restablecer nuestras expectativas y cambiar nuestro comportamiento».

Pero es más que un cambio en nuestro comportamiento. Es un cambio de paradigma.

Las empresas no esenciales, no podrán seguir operando a corto y mediano plazo. Las empresas esenciales prosperarán, pero darán trabajo a menos de la mitad de la fuerza laboral, la mayoría no tendrá trabajo permanente.

Pero los desempleados también deben comer. Hoy, uno de cada seis estadounidenses sufre por falta de alimento. Según Catarina Saraiva y Dave Merrill, periodistas de Bloomberg, en 2019, el número de personas que a menudo fue a la cama con el estómago vacío fue de casi 40 millones. Con el coronavirus el número se disparó y se está elevando aún más. A finales de 2020, el número de personas que sufrirán inseguridad alimentaria será de «54 millones, incluidos 18 millones de niños». Este es un número que no se puede ignorar; es una bomba que está a punto de estallar.

Para desactivar esta bomba, el gobierno federal, los estados y las autoridades municipales tendrán que establecer, dos mecanismos fundamentales que fomenten una sociedad sostenible y cohesionada.

El primer mecanismo es el suministro de sustento básico para todos, de acuerdo con criterios acordados. Este mecanismo no sólo cubrirá las necesidades nutricionales; también garantizará que obtengan condiciones de vida decentes, atención médica, educación y energía (electricidad y gas).

 El segundo mecanismo será una red de cursos y formación online y offline que se impartirán a todos los desempleados. De hecho, incluso los que están empleados participarán en deberes de capacitación periódicos, igual que en el deber de jurado. Estas capacitaciones ofrecerán; información sobre las condiciones sociales y económicas a las que el coronavirus nos empuja a adaptarnos y, ejercicios grupales para aprender a relacionarnos y vivir de acuerdo con estas nuevas condiciones.

Sin lugar a dudas, podemos afirmar que cuando la gente está inactiva y sin compromisos, es altamente probable que padezcan algún desorden conductual. Por eso, es primordial que parte de los beneficios del gobierno, estén destinados a capacitación y a formación.

Para incentivar a los participantes, no serán etiquetados como desempleados, sino como creadores o productores. Las capacitaciones les enseñarán a crear una mercancía que no existe hoy, pero que será la más necesaria: la solidaridad. Serán creadores, vendedores e instructores para la asimilación de esta nueva mercancía entre la ciudadanía.

Precisamente debido a su mentalidad empresarial, Estados Unidos tiene mayor potencial para hacer el cambio exitoso del consumismo material al consumismo social, donde todos se “enganchen” en conexión. En un clima donde disminuye la competencia del mundo consumista por al cierre de empresas, el cambio de paradigma será mucho más fácil y rápido de lo hoy que podemos imaginar.

Cuando se cumplan las dos condiciones mencionadas, la gente satisfaga sus necesidades básicas y se comprometa a recibir capacitación en socialización; el camino para que Estados Unidos resurja de la crisis estará bien cimentado.

Por el momento es difícil ver cómo puede la nación salvar los abismos en su sociedad, sin embargo, cuando la gente se de cuenta de que no hay otra opción, aceptará el cambio de paradigma. Y cuando lo haga, verá que realmente la conexión es como jugar a la pelota: es un trabajo en equipo.

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Publicado en: News
3 comentarios sobre “La COVID-19: Un cambio de paradigma
  1. Mariana arias dice:

    Exelente mensaje gracias por que e entendido los mensaje que Dios tiene para con la Humanidad

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  3. Rosa María Lomeli Delgadorelac dice:

    Muchas gracias 🌹 efectivamente un cambios de paradigmas. Me siento muy acondicionada a lo establecida, mente cuadrada. Y ahora totalmente dispuesta a entregar a Dios vida y voluntad. Rendirme. Dios los bendiga grandemente 🙏

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