Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Hiroshima ¿aprendimos la lección?

Hiroshima

Imagen de la nube de la bomba atómica de Hiroshima, encontrada en 2013, en la escuela primaria Honkawa, se cree que fue tomada unos 30 minutos después de la detonación y a unos 10 km al este del hipocentro.

A finales de la década de 1940 y principios de la de 1950, el gran cabalista y pensador Baal HaSulam escribió una serie de ensayos y notas que luego se compilaron en lo que se conoció como, Escritos de la última generación. En esos escritos, Baal HaSulam describió los desafíos que vio en la situación de la humanidad, su temor de a dónde esos desafíos pudieran conducir y cómo pensaba que la humanidad debería resolverlos.

En la primera parte de los escritos, Baal HaSulam pinta un cuadro muy sombrío del futuro de la humanidad, a menos que cumplamos con nuestro deber de cambiar nuestros esfuerzos de pensar sólo en nosotros mismos a pensar en los demás. En sus palabras, “ya ​​he dicho que hay dos formas de descubrir la plenitud: el camino de la luz y el camino del sufrimiento. Por eso, el Creador [la naturaleza] le dio tecnología a la humanidad, incluso para descubrir el átomo y la bomba de hidrógeno. Si la ruina absoluta que están destinados a traer, aún no es evidente para el mundo, podemos esperar una tercera o una cuarta guerra mundial. Las bombas harán lo suyo y las reliquias que queden después de la ruina, no tendrán más remedio que hacer el trabajo, en el que individuos y naciones trabajarán para sí mismos, sólo lo necesario para su sustento y lo demás lo harán en bien de los otros.

Si todas las naciones del mundo están de acuerdo, ya no habrá guerra, porque nadie se preocupará por su beneficio, sólo por el bien de los demás. ¿Aprendimos la lección? ¿tememos a la bomba lo suficiente como para renunciar a buscar el poder y trabajar en el bien de los demás y así asegurar un futuro pacífico para la humanidad? No sé la respuesta a esta pregunta. Sé que la humanidad aún teme las horrendas consecuencias de las armas nucleares, pero no sé si esta preocupación es suficiente para impedir que los líderes despiadados e imprudentes las usen.

El problema es que fuimos hechos con dos cualidades muy diferentes. Una cualidad es la razonable, advierte que, a menos que seamos moderados, podríamos destruir la civilización humana en un instante. La otra cualidad dice que si se tiene ese poder, en el momento en que lo tienes, te conviertes en líder del mundo y es un atractivo irresistible.

Si la gente se sintiera conectada, no iríamos en esa dirección; no iríamos a la guerra, mucho menos a una guerra nuclear. Pero como no nos sentimos conectados, nuestra única consideración es el ego y en un estado así, ninguna precaución influye en nosotros. De hecho, incluso sabiendo que una vez que nos embarcamos en una guerra nuclear sellaremos nuestra perdición, seguiremos adelante. Cuando reina el odio, no conoce límites.

Dado que el odio marca la pauta en nuestras relaciones, la única forma de evitar que inclinemos la balanza hacia una guerra nuclear, es cambiar la naturaleza humana, de egoísmo a altruismo, de poner el «yo» antes que el «nosotros». Es lo único que impedirá que estalle un infierno a escala global. Ese cambio de carácter no es fácil; requiere la voluntad de todos para pasar por el proceso. Si sólo algunos lo atraviesan y otros mantienen su mentalidad egoísta, los egoístas explotarán a los que intentan cambiar y se frustrará todo el proceso.

Por eso, es imperativo que el mayor número posible de personas sepan lo que nos depara el futuro si seguimos en la trayectoria egoísta y también que sepan que podemos cambiarla si queremos. La gente debe saber que tienen esa opción. Elegir significa esperanza y la esperanza impulsa a la acción. Si actuamos juntos, construiremos un buen futuro para todos. Si nos mantenemos separados, nadie tendrá futuro.

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Publicado en: News
2 comentarios sobre “Hiroshima ¿aprendimos la lección?
  1. Mariana Thamar Vega dice:

    El problema es que la gente no sabe cómo cambiar su naturaleza, ni siquiera se da cuenta de que somos los únicos seres en la naturaleza que vivimos usándola para nuestro beneficio propio y no contactados con ella, dentro de sus leyes, dentro de su armonía de cuidado y respeto de unos y otros.

  2. Rosa María Lomeli Delgado dice:

    Todos podemos cambiar si queremos y tomamos la decisión de seguir enfrentando lo que está pasando con el ego (estúpido y rabioso) y no con la ayuda del espíritu Santo. Derrota segura😋😔😔 muchas gracias 🌹 Dios los bendiga grandemente 🙏🌹🌹

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