Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Hacia la izquierda, hacia la derecha, pero siempre adelante

opuestos siempre adelanteTuvimos nazismo y tuvimos comunismo; tuvimos socialismo y tuvimos capitalismo; tuvimos autocracia, tuvimos democracia, tuvimos monarquías y tuvimos repúblicas. La vida se compone de opuestos: izquierda, derecha, sol, luna, calor, frío, invierno, verano, odio, amor, alegría y tristeza. Sin uno, no habría otro; sin ninguno de los dos, no habría vida. Pero si existimos, significa que tenemos ambos.

La vida no es estática; siempre está en evolución, siempre avanza. Capa sobre capa, la vida se desarrolla. Cuando aparece una nueva capa, sus dos opuestos se manifiestan, luchan entre sí por un tiempo y finalmente reconocen que ninguno puede existir sin el otro y forman un vínculo. Posteriormente, ese vínculo se convierte en la base para el inicio de la siguiente capa.

Cuando todas las capas físicas de la evolución están presentes, comienza a emerger un conjunto más sutil de capas de opuestos. Este es el reino de los humanos. En el nivel del hombre, las capas no son físicas sino intelectuales, emocionales, ideológicas y espirituales. Sin embargo, siempre se aplica la misma regla; no hay otra. Ideologías, escuelas y prácticas siempre vienen en pares de opuestos. A veces se manifiestan al mismo tiempo, en ocasiones se alternan, pero si hay uno, hay, hubo o habrá el otro.

Guerra y paz son un par único de opuestos. No tienen un lugar específico en la evolución de la realidad. Pero, se manifiestan en todas y cada una de las capas. La guerra representa la etapa inicial de la capa, cuando los bandos no están de acuerdo con la existencia del otro y la paz representa la etapa en la que se aceptan y finalmente se dan la bienvenida y se apoyan mutuamente. Cuando ambos lados entienden que el otro es indispensable, cambian su actitud hacia su antiguo adversario, que luego se vuelve tolerado, aceptado y bienvenido, hasta que los dos lados forman un vínculo. El vínculo, a su vez, se convierte en la base para el surgimiento de la siguiente capa donde el proceso vuelve a ocurrir.

Por cierto, la palabra hebrea para «paz», es Shalom. Shalom no significa ausencia de guerra, sino que proviene de las palabras HaShlama [aceptación o complementación] y Shlemut [integridad]. Por eso, la etapa inicial de cada nueva capa, es la guerra, es decir, lucha por el dominio y se completa con el establecimiento de la paz, que marca la aceptación de la interdependencia de las partes y el vínculo posterior que establecen.

Cada equipo deportivo y unidad del ejército, conoce la importancia del vínculo entre sus miembros. El vínculo que establecen suele ser la diferencia entre victoria y derrota, entre vida y muerte. Para la sociedad, lograr paz, es decir, aceptar los opuestos y las contradicciones internas y formar un vínculo entre ellos, es tan importante, si no es que más. Al trabajar así se sincroniza a la sociedad con el resto de la naturaleza, con el “motor” de la realidad.

Actualmente, la gente pelea hasta morir, hasta que está exhausta y a regañadientes acepta a la existencia de la otra parte, ¿es de extrañar que la vida parezca una secuencia de tormentos? Piensa en cómo sería la vida si fuéramos conscientes del mecanismo de aparición y eventual unión de los opuestos. No sólo avanzaríamos y nos desarrollaríamos infinitamente, más rápido y sin dolor, sino que cada momento sería una celebración. No experimentaríamos la oposición como diferencia, sino como trampolín, un trampolín en el que, mientras más te hundes en los momentos de lucha, más alto saltas en los momentos de paz. ¿Hay algún niño al que no le guste saltar en un trampolín? Y cuando estamos en la cima del salto, prevemos y damos la bienvenida al próximo descenso, sabiendo que conducirá a otro salto, incluso más alto que antes.

Resulta que la diferencia entre una sociedad taciturna y abatida y una jovial y animada, es sólo la conciencia y la comprensión del progreso del desarrollo. Mientras más se comprenda cómo funciona la realidad, más se verá la vida desde una perspectiva positiva y constructiva y más feliz se será. Si quieres ver felices a tus seres queridos, si quieres vivir en una sociedad unida donde todos buscan vincularse, transmite estas palabras; hazles saber el principio de hacer las paces, el principio de complementar los contrarios que lleva toda la realidad a la izquierda y a la derecha, pero siempre hacia adelante.

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Un comentario sobre “Hacia la izquierda, hacia la derecha, pero siempre adelante
  1. Rosa Maria Lomeli Delgado dice:

    Buen día, excelente forma de presentar para comprender la diversirdad y aceptarla. Muchas gracias 🌹 Dios los bendiga grandemente 🙏🙏🙏🌹

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