Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Estados Unidos vota por la unidad

Estados Unidos

En vísperas de una elección presidencial crítica en EUA, el mundo contiene el aliento y observa cuidadosamente cualquier resultado posible, pues influirá en cada centímetro del planeta. Estados Unidos, como superpotencia mundial, tiene el potencial de liderar el camino a la cohesión social e influir positivamente en el mundo. Para hacerlo, el que gane deberá priorizar la unidad de la sociedad sobre la división.

La carrera presidencial, como en todas las campañas políticas, es cruel y cada día lo es más. El aire en el país está tan cargado de animosidad que se manifiesta en todas las áreas de la vida diaria. Las emociones exacerbadas que se manifiestan prevalecen en calles, en medios de comunicación, lugares de trabajo, hogares y, básicamente, en todos los ámbitos de la sociedad. La polarización domina la atmósfera general.

Según un estudio reciente de Gallup, seis de cada siete estadounidenses piensan que, en general, la cobertura de noticias está políticamente sesgada, hasta cierto punto. Curiosamente, el 69% de los encuestados dijo «estar más preocupados por el sesgo en las noticias que otros consumen que en sus propias noticias». En otras palabras, según esta encuesta, los estadounidenses se inclinan por fuentes que confirman sus creencias y no ven con mente abierta otras fuentes de información alternativas que expresan puntos de vista opuestos.

Elevarse por encima de las sospechas entre unos y otros es lo que guiará el camino de Estados Unidos hacia un futuro positivo.

No hacerlo lo conducirá por un camino de autodestrucción y caos. Por eso, si me preguntaran cuál debe ser el criterio principal para decidir por qué candidato votar, diría que se debe analizar quién ofrece un plan integral para que el país funcione de manera eficiente y cubra sus necesidades básicas.

Pero por encima de cualquier otra consideración, la pregunta del millón de dólares debería ser: qué candidato a la presidencia de EUA tiene inclinación -no sólo lemas ni palabras bonitas- a unirse por encima de divisiones y planes desenfrenados y construir la cohesión de Estados Unidos por encima de la creciente hostilidad en la sociedad. La respuesta ilustrará el camino que tomará el país hacia el futuro.

Las naciones no necesitan caminos largos y dolorosos para tener un buen estado. Al pensar y actuar para unir a todos, la sociedad puede ser pionera en una notable transformación positiva. Si se lanza una campaña educativa para crear conciencia pública y enseñar a la gente a organizar y construir una sociedad con responsabilidad mutua, ir del odio a la coexistencia pacífica, por encima de diferentes puntos de vista y creencias, tendrá éxito y será fluida.

El objetivo es lograr una conciencia colectiva diferente, que reconfigure las relaciones para que sean en beneficio mutuo; de explotación a consideración, de polarización a cooperación inclusiva.

Como sucede con los diferentes órganos del cuerpo, cuando trabajan juntos y se complementan, para el correcto funcionamiento general, las diferentes facciones de la sociedad estadounidense deben aprender a superar sus diferencias y lograr relaciones gratas y una nación saludable.

Es precisamente en este momento de profunda angustia y fricción que Estados Unidos tiene oportunidad de entender la imperiosa necesidad de crear un modelo para una sociedad futura, donde todos hagan todos los esfuerzos posibles para fortalecer su conexión y entiendan que con buenas relaciones humanas, se descubre la esencia de la vida: felicidad, calidez y confianza.

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