Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Cuando los judíos se vuelven contra los judíos, también lo hace Netflix

Netflix judíos antisemitismoHace algunas semanas, Netflix lanzó una nueva colección de películas palestinas que pretenden retratar «la verdad» sobre el conflicto palestino-israelí. El 89% de las películas son dirigidas por seguidores de BDS y hay pocas esperanzas de que haya algún intento de presentar una imagen veraz y mucho menos equilibrada de la realidad. Las películas, que juegan con los desencadenantes emocionales más vulnerables de la gente, seguramente crearán sentimientos anti israelíes aún más fuertes de lo que la gente ya siente.

Comparto la frustración de quienes intentan luchar contra la demonización de Israel. Sin embargo, creo que nos estamos disparando en el pie, al tratar de explicarnos en lugar de luchar contra nuestra división, que es la causa fundamental del odio hacia nosotros.

Por la historia de nuestro pueblo y por las palabras de nuestros sabios en cada generación, sabemos que el pueblo de Israel determina su propio destino. El Libro del Zóhar (Pinhas 64) escribe que Israel no está sujeto al destino ni a la suerte; el Talmud (Shabat 156a) dice que Israel no tiene destino, es decir, no está sujeto a él; y otras fuentes afirman lo mismo.

Cuando ves la forma en la que el mundo trata a los judíos, es fácil ver que siempre se nos señala, generalmente para condenarnos. Los judíos fueron condenados antes de que se les permitiera mezclarse con las naciones, en la Diáspora; fueron señalados antes de que existiera un Estado judío y son señalados ahora que hay un Estado y si el Estado judío deja de existir y se establece un Estado palestino en su lugar, aún serán objeto de condena. Los judíos han sido perseguidos y ejecutados por diferentes razones en diferentes momentos, porque la raíz del odio a los judíos no tiene nada que ver con las circunstancias actuales, sino con su misión eterna. Mientras no la cumplan, el mundo los odiará y los despreciará. Cuando lo hagan, el mundo los amará y apreciará.

El mundo no está equivocado en su actitud hacia los judíos; no somos como otros pueblos. Las naciones nos juzgan con un estándar diferente, no porque sean antisemitas, sino porque nos convertimos en una nación para dar un estándar diferente al mundo. El mundo nos juzga por el estándar que debemos alcanzar y no por los estándares que juzga al resto de las naciones.

El estándar que el mundo usa para juzgarnos, es el estándar de unidad. Cuando estamos unidos, se nos alaba; cuando estamos divididos, nos condenan. Nos convertimos en nación hasta que acordamos unirnos «como un hombre con un corazón” e inmediatamente se nos encomendó la tarea de ser «luz para las naciones». Sólo si mostramos unidad, somos luz para las naciones; cuando estamos divididos, extendemos tinieblas y por eso, nos odia el mundo.

Según el libro Sifrey Devarim, en la antigüedad, cuando los judíos celebraban su unidad durante las fiestas de peregrinaje, gente de todo el mundo “subía a Jerusalén y veía a Israel… y decía: ‘Es conveniente aferrarse sólo a esta nación’“. Por otra parte, el Talmud (Yoma 9b) explica que Nabucodonosor conquistó Israel y destruyó el Primer Templo porque el pueblo de Israel se hablaba entre sí “con puñales en la lengua”. De manera similar, dicen nuestros sabios que el Segundo Templo fue destruido por Sina’at Hinam (odio infundado). Todos nuestros cataclismos a lo largo de la historia, han seguido períodos prolongados de división y odio interno.

He hablado con destacados académicos israelíes que participan activamente en el movimiento BDS; vi que son firmes en su objeción al Estado de Israel. En mi opinión, subconscientemente, tratan de protegerse mostrando odio por su propia gente. Pero, condenar a su propia nación y a su propio pueblo, no les ayudará a escapar de la ira del mundo. Sólo nuestra unidad, justo por encima de esos profundos abismos que dividen a la sociedad israelí, nos ganará el favor del mundo.

Tenemos que enfocarnos en aprender la importancia de la unidad interna. Es lo único que podemos y debemos hacer. Si más israelíes comprenden la misión única de nuestro pueblo, el nivel de cohesión y solidaridad que nuestra nación debe alcanzar, mereceremos el respeto del mundo y en última instancia, su afecto. Pero si rechazamos nuestra vocación y elegimos la división, las películas antisemitas de Netflix serán el menor de nuestros problemas.

Para profundizar en el tema y obtener una perspectiva histórica del significado de la unidad del pueblo judío, lee mi libro La elección judía: Unidad o antisemitismo, Hechos históricos sobre el antisemitismo como reflexión sobre la desunión social entre judíos.

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Publicado en: Judíos, News

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