En el futuro, la gente logrará ver las conexiones entre las innumerables partes de la naturaleza.
Más específicamente, nuestro cambio futuro sería sólo en cómo entenderemos las conexiones.
Tomemos por ejemplo, un extraterrestre que visita nuestro planeta. Nos verá a todos como un solo fenómeno y no podrá ver nuestras diferencias, que hay policías y ladrones, ricos y pobres, mujeres y hombres, etc. Sucede lo mismo con nosotros.
Cuando descubramos el mundo en el que estamos conectados correctamente, entre nosotros y con la naturaleza, con la revelación de la fuerza de amor y otorgamiento, sentiremos una realidad totalmente nueva, asombrosa y enorme. Comprenderemos la profundidad de lo que sucede en el universo, con los nacidos, los no nacidos, los vivos y los muertos.
Eso es lo que podemos esperar en nuestro estado final futuro.
Comprenderemos la materia inanimada, vegetal, animal y humana de la naturaleza en todos sus ciclos.
Y lo más importante, es que sentiremos que vivimos en una red de conexiones e influencias mutuas, entre las partes y grados de la naturaleza antes de su origen en nuestro mundo, durante su existencia en nuestro mundo y después.
Al percibir la total interconexión de las partes de la naturaleza, tendremos la imagen eterna que responderá, sin excepción, a todas nuestras preguntas. Sabremos con claridad por qué sucedió, está sucediendo y sucederá y, la forma en que sucedió, sucede y sucederá. También comprenderemos con claridad la hermosa imagen, pues desde nuestro lado sólo vemos nudos que si se cortan, el cuadro se desmorona. Así somos: si no sentimos nuestras conexiones, nos desmoronamos y nos alejamos unos de otros.
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