Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Coronavirus y el virus del odio contra los judíos

Era sólo cuestión de tiempo hasta que el coronavirus fuera asociado con las teorías de conspiración de los antisemitas. Es costumbre que cuando las cosas están mal, los judíos tienen la culpa y esta amenaza global, no es excepción.

Una vez más, el pueblo judío es acusado de causar deliberadamente la epidemia, para su beneficio, como ha sucedido con otras plagas a lo largo de la historia. Esto incita a los que los odian a pedir su exterminio. «¡Finalmente! La ciencia descubrió una cura para la enfermedad más grave de nuestro tiempo …el judaísmo», eso se lee en una publicación reciente en redes sociales.

Difamaciones peligrosas se propagan como virus.

Hace cientos de años, a mediados del siglo XIV, estalló otra epidemia en China. la peste bubónica, conocida como «Peste Negra», surgió en Asia. De Mongolia se extendió a China y de allí al Medio Oriente, África y Europa. En cinco años, la devastadora epidemia mató a casi 50 millones de personas en el mundo, aniquiló a más de la mitad de los habitantes de Europa.

En aquel entonces, la catástrofe global se atribuyó al envenenamiento de pozos por parte de judíos, que supuestamente tenían como objetivo establecer un gobierno judío mundial. Los cristianos europeos medievales demonizaron a los judíos y finalmente los masacraron. Como resultado, entre 1348 y 1351, más de 200 comunidades judías en ciudades europeas, fueron víctimas de programas de destrucción.

La «prueba» de que los judíos eran culpables fue la gran cantidad de víctimas en la población en general, en comparación con el puñado de judíos infectados. Sin embargo, la razón de la baja tasa de mortalidad entre judíos se explica por sus buenos hábitos de higiene que son parte de la tradición judía: hábitos como lavarse las manos antes de las comidas, sumergirse en la Mikve (baño ritual) antes y después de las relaciones personales y limpiar las carnes con sal antes de cocinarlas. Otro factor que redujo la mortalidad entre judíos, fue que sus comunidades estaban separadas en guetos cerrados y aldeas aisladas.

Esta semana, la antigua difamación medieval adoptó una nueva forma: la epidemia de coronavirus.

Los extremistas recurrieron a la web para difundir su agenda antisemita, acusan a los judíos de crear el virus con el propósito de controlar el mundo. Los medios de comunicación árabes, se sumaron a la tendencia conspiratoria contra Estados Unidos e Israel, alegando que la ausencia de casos en ambos países no es coincidencia y que la enfermedad se propaga como parte de un complot económico y político para dominar a China.

Remedio para todas las enfermedades.

El pueblo de Israel posee una vacuna milagrosa profundamente enraizada en su «ADN»: el poder de conexión con la fuerza superior a través de una oración común. En los días del Templo, los judíos vivían unidos por lazos de amor y en virtud de su conexión positiva, recrearon el objetivo de la creación y atrajeron la fuerza superior que guía a la humanidad hacia la bondad. Sin embargo, como resultado del odio infundado, el Templo fue destruido y desde entonces, los judíos deben volver a conectarse y a construir la base para la unidad entre los países y pueblos del mundo.

La humanidad está vinculada con conexiones invisibles en una red. Inconscientemente, la humanidad siente que el pueblo judío tiene la misión de mantener el equilibrio en esa red, pues posee una relación especial con la fuerza superior, la fuerza que controla a la naturaleza en todos sus niveles: inanimado, vegetal, animal y humano. En otras palabras, la actitud de odio hacia los judíos, para bien o para mal, destaca la misión que sólo ellos pueden cumplir y el mundo se los exige cada vez más.

La misión del pueblo judío es unirse «como un hombre con un corazón» y en esa unidad, activar la fuerza que ayudará al mundo a lograr amor, paz y unidad por encima de la creciente división. El vínculo especial de los judíos con la fuerza superior abre la fuente de abundancia y luz para la humanidad. Esa es precisamente la misión del pueblo judío: ser «luz para las naciones».

El odio que ha surgido como resultado de la epidemia de coronavirus simplemente es otra expresión de la falta de conexión entre los judíos. Cuando los judíos no cumplen su misión, se revela el odio, para obligarlos a elevar una oración común. Esa oración no es un ritual, sino un deseo que brota en el fondo de nuestro corazón para unirnos.

El que ora, es alguien que trata de conectarse con los demás y que se juzga a sí mismo en relación con su grado de conexión y esfuerzos por conectarse. Se logra al entender que todos son bendecidos, sólo cuando están unidos. Si comprendemos ese principio, entendemos que necesitamos pedir ayuda a la fuerza superior: cambiar nuestra actitud egoísta de centrarnos en nosotros mismos y enfocarla en cuidar a los demás.

El punto es, la oración será respondida y podremos unirnos. En estado de armonía, la humanidad estará totalmente sana y plena.

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Publicado en: Judíos, News
2 comentarios sobre “Coronavirus y el virus del odio contra los judíos
  1. Julieta dice:

    En la unidad por encima de las diferencias está la solución

  2. El ego es un animal que hay que aprender a manejar e iluminar con la únicidad de todos.

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