Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Cómo manejan los cabalistas los rumores

cómo manejan los cabalistas los rumoresUn estudiante me preguntó cómo manejan los cabalistas los rumores sobre ellos y las acusaciones falsas: ¿Los ignoran por completo o los tratan de alguna otra manera?

Es una pregunta interesante porque desde los albores de la Cabalá, mucho antes de que la llamaran “la sabiduría de la Cabalá”, los cabalistas tuvieron que lidiar con la difamación y el desprecio y en ocasiones incluso con la agresión y la violencia contra ellos. Por desagradable que sea, los cabalistas siempre han tratado este fenómeno con paciencia y comprensión, pues sabían de dónde venía.

La humanidad es un sistema único, pero roto. Por roto, quiero decir que no sentimos nuestra conexión, por lo tanto, nos tratamos como extraños o enemigos, sin darnos cuenta de que al hacerlo, nos lastimamos a nosotros mismos, igual que con las enfermedades autoinmunes, cuando el sistema inmunológico malinterpreta los elementos del cuerpo como extraños y los ataca, dañando así todo el cuerpo.

El propósito de la sabiduría de la Cabalá es revelar nuestra conexión e interdependencia, y evitar que nos hagamos daño unos a otros.

Así, la Cabalá busca curar, simultáneamente, a cada uno y a la sociedad. Sin embargo, dado que no sentimos nuestra conexión, inconscientemente interpretamos los esfuerzos de los cabalistas y de la sabiduría de la Cabalá, para unirnos, como amenaza para nuestra existencia, como si nos viéramos obligados a sentarnos cerca de un enemigo jurado. Como resultado, la evitamos y advertimos a otros que hagan lo mismo. Aunque este proceso ocurre en lo profundo de nuestro subconsciente, sus manifestaciones en nuestro mundo son muy reales.

Mientras la humanidad evolucionó en los niveles más básicos, buscó, principalmente, satisfacer sus necesidades básicas de comida, sexo, familia, riqueza, poder y conocimiento, no se necesitaba la sabiduría de la Cabalá. Es decir, no requeríamos ser conscientes de nuestra conexión. Por eso, cualquier intento de introducir Cabalá fue recibido con un feroz rechazo.

Pero hoy, poco a poco estamos desarrollando nuevos deseos: conocer el significado de la vida, su origen y propósito. No podemos comprender la vida y ciertamente, no su propósito, a menos que comprendamos que todos estamos conectados. Así como no se puede entender el cuerpo humano examinando sólo una célula o incluso un órgano, sino que se debe examinar todo el cuerpo, con todas sus células, órganos y (principalmente) las conexiones e interacciones entre ellos, tampoco podemos comprender la vida y ciertamente, no la humanidad, sin comprender las interconexiones entre todos. Por eso, en estos días, muchos miles de personas de todo el mundo vienen a aprender Cabalá: quieren saber cómo funciona todo en su conjunto.

Si nos fijamos en la historia de la humanidad, la Cabalá es una idea relativamente nueva, precisamente porque es la etapa final de nuestro desarrollo.

El primer cabalista fue Adam, vivió hace casi 6,000 años. Aunque tenía algunos estudiantes que transmitían sus conocimientos y percepciones a sus propios estudiantes, no existía un método claro de enseñanza, ningún principio que se pudiera seguir y ningún sistema para hacer circular la idea de la unidad inherente de la humanidad.

El primero en tratar la Cabalá como un remedio para la humanidad fue Abraham. Por eso también fue el primero en encontrar resistencia por parte de sus contemporáneos que se negaron a escuchar sobre la conexión. A pesar de la resistencia, miles de personas se relacionaron con las palabras de Abraham y se convirtieron en sus alumnos. Les habló de la unidad y comenzaron a practicarla entre ellos. La singularidad de los estudiantes de Abraham fue que provenían de clanes y tribus que inicialmente eran extraños y a menudo hostiles entre ellos, sin embargo, una vez que se unieron a los estudiantes de Abraham, se volvieron muy cercanos entre sí.

Al formar su grupo basado únicamente en la unidad, más que en las relaciones de sangre, Abraham demostró los méritos de la unidad.

En cierto sentido, su grupo obtuvo una gran ventaja sobre los demás, pues se convirtieron en un organismo completo, mientras que el resto siguió como células y órganos separados.

El odio que experimentó el grupo de Abraham y en particular el propio Abraham, es la raíz del odio al que ahora nos referimos como «antisemitismo». En su nivel más profundo, es la resistencia del ego a unirse con cualquier persona o cosa, por temor a perder su propia identidad. La profunda sensación de que la unidad es la mejor manera de vivir, junto con la objeción del ego a aceptarla y renunciar a su dominio, crea una disonancia muy difícil de manejar para la gente. Como resultado, odia a los mensajeros de la idea de la unidad, a los descendientes del grupo de Abraham, a los judíos.

El grupo de Abraham se convirtió en el pueblo de Israel. Durante muchos siglos, vivieron según los principios prescritos por Abraham, a saber, que la unidad es el principio subyacente sobre el que se construyen todas las reglas del pueblo judío. Por eso, nuestros sabios dijeron que “Ama a tu prójimo como a ti mismo” es la gran regla de la Torá. Aunque, al final, los judíos también sucumbieron al ego furioso en su interior y se volvieron como los demás: egoístas y ajenos al principio de unidad como la base del judaísmo y a su obligación de ser ejemplo de unidad, como lo hizo Abraham con su grupo.

El resultado de que los judíos abandonaran el principio de unidad fue su resistencia a la Cabalá.

De hecho, el antisemitismo de las naciones hacia los judíos proviene del mismo miedo que hace que los judíos se opongan a la Cabalá: la resistencia del ego a la necesidad de unirse, al hecho de que todos estamos conectados, no importa cuánto tratemos de negarlo. 

A pesar de todos los esfuerzos de nuestro ego, la realidad demuestra que estamos conectados. Cada día que pasa, descubrimos más formas y más fibras que nos conectan. Y mientras más descubrimos nuestra conexión, más nos damos cuenta de que la sabiduría de la Cabalá es imperativa para comprender el mundo que nos rodea. En los próximos meses y años, todos, desde la gente sencilla hasta los líderes mundiales, descubrirán que sin comprender las complejidades de nuestras conexiones, no podremos administrar la vida y ciertamente, no podrán dirigir naciones. La sabiduría de la Cabalá tendrá que mostrarse como un método que ayude a comprender el mundo y a establecer conexiones entre la  gente que coincidan con la realidad interconectada de la humanidad y con la realidad.

 

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Publicado en: Judíos, News
Un comentario sobre “Cómo manejan los cabalistas los rumores
  1. Rosa María Lomeli Delgado dice:

    Excelente explicación sobre la importancia de la»unidad»

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