Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Ser un judío “objetivo” en la administración Biden

judíos estadounidenses

Antony J. Blinken, de Nueva York, habla durante su audiencia de confirmación para ser Secretario de Estado ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado de EUA en el Capitolio de EUA en Washington, DC, EUA 19/ene/21. Graeme Jennings/Pool vía REUTERS

Aunque muchos medios de comunicación judíos aclaman la proliferación de judíos en el gobierno de Biden, no veo que haya nada de que enorgullecerse. Para los judíos estadounidenses, no es motivo de optimismo y desde la perspectiva de Israel, no son buenas noticias.

Los judíos estadounidenses han trabajado muy duro para llegar a donde están. Actualmente ocupan posiciones clave, no sólo en la nueva administración, desde hace tiempo ocupan puestos clave tanto en las administraciones demócratas como en las republicanas, aunque no de forma tan llamativa como en ésta. Los judíos estadounidenses ocupan posiciones clave, no sólo en la política, también en negocios, alta tecnología, medios de comunicación tradicionales y medios sociales, incluyendo, por supuesto, las grandes empresas tecnológicas que actualmente son objeto de críticas por parte de los republicanos, por su supuesto trato sesgado a Donald Trump y sus partidarios. Los judíos estadounidenses son prominentes en cultura, entretenimiento, ciencia, mundo académico, finanzas y sistema judicial. De hecho, están en su cenit. Y como siempre ocurre con los judíos, después del cenit viene el nadir.

El antisemitismo ha aumentado en todo el mundo, al menos, desde el cambio de siglo y Estados Unidos no se queda atrás con respecto al resto de las naciones. Los días de apogeo de los judíos fueron los años 80 y 90 del siglo anterior, pero esos días ya pasaron y no volverán. A partir de aquí, será un largo y doloroso descenso.

En cuanto al Estado de Israel, la presencia de tantos judíos no promete nada. En todo caso, presagia problemas. Cuando un judío está al mando, suele augurar problemas para Israel. Incluso si el judío está a favor de Israel, dudará en demostrarlo por miedo a ser acusado de doble lealtad. Peor aún, los judíos que ocupan puestos políticos clave tienden a promover políticas y decisiones antiisraelíes para demostrar su «objetividad» con respecto a Israel.

Además, es una triste verdad que la mayoría de los judíos estadounidenses son hostiles al Estado de Israel. A lo largo de los años, el abismo entre los judíos estadounidenses, el Estado de Israel y los israelíes, se ha profundizado en muchos niveles. Los israelíes y los judíos estadounidenses no están de acuerdo en cuestiones clave como políticas de Medio Oriente, religión e incluso en la definición de ser judío y judaísmo. Por esta razón, colocar a un judío en un puesto político clave es muy probable que sea una mala noticia para Israel. Cuando hay más de una docena de judíos en esos puestos, como es el caso de la administración entrante, las malas noticias se multiplican.

Etiquetado con: , ,
Publicado en: Judíos, News

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*