Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

15 aspectos sobre Rosh Hashaná que no conoces

Ya hace 5,778 años que celebramos Rosh Hashaná, el comienzo del año hebreo. Pero, ¿qué hay de nuevo este año en comparación a los años anteriores?, y ¿cómo se puede cambiar realmente la percepción de la realidad para que tengamos un año mejor? Aquí les presento 15 ideas que harán el cambio:

 

  1. El mundo a favor de un giro: a la altura del siglo XXI, hemos logrado todo lo que podíamos. Sin embargo, no podemos ignorar los problemas y las dificultades que nos aquejan tanto como individuos y como sociedad. Inestabilidad política, fragmentación social, terrorismo y amenazas a la seguridad, crisis climáticas, olas migratorias y más; éstos son algunos de los síntomas que apuntan al enredo global que enfrenta el mundo.

 

Durante miles de años, hemos tratado de arreglar el mundo a nuestro alrededor de innumerables maneras. Pero los hechos a la vista demuestran que no hemos descifrado la solución para una vida pacífica y feliz. Algo bueno surge de todo este mal: cada vez más personas comienzan a cuestionar el paradigma actual y buscan un nuevo enfoque de la vida.

 

  1. El mundo es un espejo de nuestro mundo interno: el sagrado Arí, el cabalista que describió con gran detalle la estructura de toda la realidad espiritual, lo resumió en seis palabras: «El hombre es un pequeño mundo; el mundo es un gran hombre». En otras palabras, el mundo entero es un reflejo del mundo interior del hombre, y el mundo irradia al hombre las consecuencias y resultados  de sus cualidades internas. Por lo que al cambiar la vida interior, uno puede cambiar el mundo.

 

  1. El deseo motiva al hombre: el poder que impulsa el desarrollo de la humanidad es el deseo de recibir placer y deleite. Esto crecerá cuantitativa y cualitativamente. La escala del desarrollo de los deseos comienza con los deseos físicos básicos de alimento, sexo, familia y refugio, continúa con los deseos humano-sociales de dinero, honor y conocimiento, y termina con un deseo de realización espiritual.

 

  1. El deseo egoísta amolda la percepción de la realidad: en una determinada etapa del desarrollo del deseo, las personas quieren disfrutar a expensas de los demás. La Cabalá llama a esta fase del desarrollo natural: egoísmo. El deseo egoísta que prevalece en el hombre dicta su percepción de la realidad. Por lo tanto, una persona ve fuera de sí un mundo en una crisis creciente, un mundo en el cual “homo homini lupus”, o «el hombre es un lobo para el hombre».

 

  1. El ego humano se encuentra en un callejón sin salida: el deseo egoísta tiene muchas posibilidades para disfrutar del mundo, se encuentra en una búsqueda constante de metas y propósitos que se fija, en busca del placer perfecto. Pero una y otra vez uno termina desilusionándose. En otras palabras, el deseo se encuentra con una insatisfacción que le provoca desilusión. Con el tiempo, la amarga experiencia se va acumulando en la humanidad y cada generación se desilusiona y se desanima de esa persecución más rápido que la anterior. Esta es la razón del crecimiento meteórico en la demanda de drogas y el fenómeno de depresión, el cual se ha convertido en la principal causa de disfunción en el siglo XXI.

 

  1. El futuro del mundo  se encuentra en la transformación del hombre; instintivamente, queremos corregir el mundo que nos rodea, porque ahí es que se revelan nuestros problemas. Pero esto es una ilusión. El origen de los problemas es el ego que crece en nuestro mundo interno.

Así como un vehículo tiene un tablero que muestra los datos de control del conductor, como el velocímetro, el medidor de combustible, etc., el mundo presenta a la persona varios datos que indican su carácter interno. Por lo tanto, si corregimos el egoísmo, la actitud negativa hacia los demás, el «tablero de relojes» nos presentará un mundo perfecto, una réplica de nuestro mundo interior.

 

  1. El cambio del hombre en su actitud hacia los demás: la actitud del hombre ante la realidad cambia cuando trata a los demás tal como se trata a sí mismo. Tener en cuenta a los demás también implica una actitud positiva hacia los otros niveles de la naturaleza en la realidad: el nivel inanimado, vegetal  y animal. Es por eso que los sabios de la Cabalá aceptaron la más importante de todas las reglas: «Ama a tu prójimo como a ti mismo». Esto no es una cuestión de modales o moralidad, sino un medio para un cambio fundamental en la percepción de la realidad del hombre. En el esfuerzo de captar todas las partes de la realidad que nos rodean como un todo, estamos creando una fuerza que forma una nueva percepción de la realidad. En otras palabras, una persona que mejora su propia personalidad, directamente mejora el mundo que lo rodea.

 

  1. Cada crisis calibra nuestra percepción: El propósito detrás de todos los problemas que nos atormentan, tanto como individuos como a nivel de la sociedad, es que prestaremos atención a la corrección de nuestro ego, que mejoraremos nuestra actitud entre nosotros. Mientras descuidemos esto, recibiremos cada vez más presiones para calibrar nuestra percepción de la realidad.

 

  1. La forma positiva de cambiar la percepción de la realidad: una forma agradable, eficiente y rápida de cambiar la percepción de la realidad es un proceso educativo de concientización. En este proceso, la persona aprende a ver y sentir el mundo como una réplica de sus cualidades internas. Paso a paso, el hombre mejora de forma consciente e independiente de su percepción de la realidad, y no a través de las crisis.

 

  1. El mundo virtual como preparación para una nueva percepción de la realidad -el mundo convertido en una pequeña aldea global- nos ayuda a comprender cada vez más que todos estamos pendientes unos de otros e interconectados. Todo lo que sucede en el individuo afecta al mundo entero. Junto con la creciente interdependencia, las tecnologías y redes virtuales son cada vez más sofisticadas. Nos liberan de los lazos del mundo físico y nos tientan a la idea de que la humanidad es la esencia interna dentro de nosotros. Por ejemplo, cuando las personas se comunican en la red virtual, cada una forma un carácter interno de la persona o grupo al que se comunica.

 

  1. Un pequeño cambio en el deseo; un gran cambio en el mundo. Supuestamente, la percepción de la realidad requiere una investigación intelectual o un análisis psicológico, pero este no es el caso. Como el deseo amolda la percepción de la realidad, todo lo que se necesita es un cambio en el deseo, es decir, un cambio emocional. Por lo tanto, las acciones simples son las que aumentan nuestra importancia y sensibilidad a la unidad entre las personas, que agudizan nuestra percepción de la realidad y reflejan un mundo nuevo.

 

  1. La conexión de las partes de la realidad conduce al descubrimiento del Creador: la constante preocupación por «amar a tu prójimo como a ti mismo», es decir, el intento de captar las partes de la realidad como un todo, nos revela la única fuerza que activa la realidad. El poder que precede a todos, el fundamento de toda la realidad, la fuerza que une lo inanimado, vegetal, animal y humano en un sistema armonioso. Así es como gradualmente comenzamos a sentir cómo un solo poder actúa en todo.

 

  1. El mundo en nuestro interior: la próxima revolución después de Einstein. La humanidad se enfrenta a un cambio inmenso y fundamental en el enfoque de la vida y de la realidad como un todo. Así como la humanidad creía que el sol giraba alrededor de la Tierra, Copérnico demostró lo contrario, y así como Einstein redefinió la realidad como una imagen relativa que cambia según el espectador, la siguiente etapa revolucionaria en la evolución nos mostrará que la percepción de la realidad es una proyección del ser interno del hombre.

 

  1. Los pioneros en cambiar el concepto de realidad: las personas que han logrado una nueva percepción de la realidad se llaman «cabalistas». El primer grupo de cabalistas, que han vivido una vida social de acuerdo con la percepción de la realidad completa, fue el que formó el pueblo de Israel a lo largo de los años. Desde entonces, el destino del pueblo judío ha sido servir como ejemplo a la humanidad, un ejemplo de una sociedad que vive en una realidad unida. Esta es la verdadera Torá del pueblo de Israel.

 

  1. Rosh Hashaná es una oportunidad para “cambiar la cabeza”: Rosh Hashaná es el comienzo de un cambio en el hombre, un cambio en su percepción de la realidad. Por lo tanto, la proximidad de las fiestas simboliza la oportunidad perfecta para decidir que este año  «cambiamos la cabeza» y así percibimos una nueva realidad.

¡Feliz año nuevo!

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